Sergio Rico se dejaban ver este viernes por la mañana en el Hospital Virgen del Rocío, junto a su inseparable mujer, Alba Silva, para someterse a una revisión médica después de recibir el alta hospitalaria hace un mes. Refiriéndose al aneurisma cerebral, el jugador de fútbol confesaba a la prensa que "se ha reducido a la mitad" y que estaba "muy contento" y "deseando que se cierre del todo para poder hacer vida normal absoluta".
Una felicidad inmensa después de estar durante meses ingresado en el hospital, temiendo por su vida. Por la noche, el matrimonio no dudó en asistir a los Premios de la Revista Escaparate, en Sevilla, para celebrar por todo lo alto estas buenas noticias.
"Acompañado de mi mujer y con buenas noticias del médico de hoy" confesaba Sergio cuando le preguntaba la prensa por cómo se encontraba. Desvelando que deseaba disfrutar con ella estas buenas noticias que han esperado durante meses tanto él como toda su familia que no se ha separado de su lado ni un solo momento.
Tan discreta como siempre, Alba permanecía en un segundo plano, dejándole todo el protagonismo a su chico ahora que ya puede atender él a la prensa. Y es que durante este año han sido muchas las ocasiones que ha hablado con los medios para dar el parte médico del futbolista, pero ahora vuelve a estar en ese segundo plano que tanto deseaba.
Poco a poco la periodista va recomponiéndose de todo el sufrimiento que ha pasado estos meses y el cual le ha pasado factura estos últimos días. Tal y como trascendió, la periodista se encontraba ahora baja de ánimo debido a toda la tensión acumulada cuando su pareja se debatía entre la vida y la muerte. No hay nada como verles felices y juntos después de ese mal sueño que poco a poco se va disipando.