El sistema de ayudas para adquirir material escolar no cubre los gastos básicos de los hogares más vulnerables en educación obligatoria y Bachillerato: solo cuatro de cada diez con menor poder adquisitivo reciben alguna beca, y a nivel global su cobertura tampoco es todo lo equitativa y progresiva que debiera ser.
Son resultados del informe “Radiografía del gasto de las familias en material escolar y las becas que ayudan a compensarlo”, divulgado hoy martes por el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol), que se basa en la fusión de las encuestas del Gasto de Educación de los Hogares y de Presupuestos Familiares del INE.
Sus autores, Lucía Cobreros y Ángel Martínez, ambos de EsadeEcPol, advierten de que la mayoría de los estudios existentes sobre este tema usan muestras sesgadas o supuestos poco realistas y añaden que, "como es normal" en una economía con inflación, cada nueva vuelta al cole es la "más cara de la historia".
"Pero eso no implica que el peso del gasto en material sobre el gasto total de los hogares vaya a situarse en máximos históricos. De hecho, desde el verano de 2020, el IPC general ha crecido muy por encima de la mayoría de los productos que componen el material escolar", por lo que su peso se ha reducido en las economías familiares.
Entre las principales conclusiones del trabajo destaca que los efectos del actual sistema de ayudas y becas "distan de ser tan progresivos como sería deseable: el efecto reductor de gasto es más alto entre las familias de poder adquisitivo medio (unos 40 euros) y medio-bajo (25 euros), pero es de prácticamente cero" entre las más humildes.
El hecho de que el efecto sea cercano a cero entre los alumnos de familias menos aventajadas es "comprensible" una vez se considera que hay numerosos sistemas de préstamos y financiación de libros, que no son formalmente becas, y que muchas veces se articulan dentro del centro educativo, a los que probablemente acudan estas familias si no logran una beca además de otros canales informales como compañeros o familiares.
Según los datos del informe, el gasto medio por alumno en material escolar es de 318 euros en primaria, 398 euros en la ESO y 474 euros en bachillerato, representando el principal desembolso los libros de texto y el material informático.
En la red pública esta inversión alcanza los 282 euros frente a los 434 euros de la concertada/privada.
Para hacer el sistema más accesible y eficaz a las familias que más lo necesitan, Cobreros y Martínez proponen sistemas de préstamo universales de material escolar, y un umbral mínimo estatal de cobertura y cuantía de becas efectivo mediante prestación para hogares de renta baja.
El gasto: 100 euros en primaria, casi 500 en bachiller
El gasto medio por alumno varía enormemente según la etapa, pasando de 100 euros por alumno en el primer ciclo de Infantil a 318 euros en primaria, 398 euros en ESO, y 474 euros en bachillerato.
El factor que más contribuye al incremento son los libros de texto y los productos informáticos, que suponen más de la mitad del gasto a partir de primaria y llega hasta un 70% en bachillerato.
Las diferencias entre comunidades y redes de centros son menores que las diferencias por nivel educativo: el gasto de los hogares por alumno alcanza su máximo en la Comunidad de Madrid con 396 euros de media por alumno frente a los 255 euros en Andalucía.
Por otro lado, la capacidad económica del hogar también influye, tanto en la inversión absoluta como en el peso que este tiene sobre el total; entre el 20 % de hogares con menor capacidad económica uno de cada 25 euros se dedica a material escolar.
"Las becas y ayudas parecen ser un buen aliado para sufragar estos gastos: estimamos que es un 27% más probable que un alumno no gaste nada en libros si recibe alguna beca, y que el gasto medio en libros se reduce, de media, en 24,4 euros por alumno si es becario", añaden los investigadores.
Pese a esto, insisten, el sistema "no cubre los gastos básicos de los hogares más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato, ya que solo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo reciben alguna beca".
La tasa de cobertura de becas, solo un 14 % en la ESO
Además las tasas de cobertura y sistemas son muy variables entre autonomías: algunas equilibran cobertura vía becas y sistemas casi universales de préstamos de material (Andalucía, Comunidad Valenciana); otras se apoyan mucho más en los segundos (Cantabria); y otras condicionan todo a criterios de renta que producen resultados de cobertura media o baja (Aragón) por ser notablemente restrictivos.
Las becas cubren más en Bachillerato que en primaria y, especialmente, que en la ESO, donde la tasa de cobertura es de un 14%.
Esto está compensado por una alta cobertura en la ESO de ayudas para libros (54%), pero "cabe preguntarse si esto es ideal y suficiente para la etapa tras la que se produce el frecuente fracaso escolar español".
El informe destaca que el material escolar supone solo una parte del gasto, ya que algunas familias afrontan también comedor o transporte.