La Dirección General de Tráfico (DGT) ultima el texto que endurecerá el castigo para quien avise a través de redes sociales o en chat de aplicaciones de mensajería en el móvil de la existencia de controles de alcohol y drogas en las carreteras.
"El texto está, lo tenemos y vamos a prohibir la información de los controles de alcoholemia", ha apuntado el director de la DGT, Pere Navarro, durante la clausura del IX Foro Contra la Violencia Vial, organizado por Stop Accidentes y que en esta edición ha tenido como tema central el papel de los medios de comunicación y el tratamiento de los siniestros viales.
Ya en junio el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, avanzó la intención del Ejecutivo de perseguir penalmente estas prácticas ilegales en las que algunos ciudadanos incurren al advertir por redes o en aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram de estos controles.
Para Pere Navarro, estas alertas son "un disparate" y "no tienen ningún sentido", pues suponen que un conductor bebido pueda eludir un control y provocar un siniestro en otra vía.
"No le veo sentido a la figura de este listillo", ha defendido el máximo responsable de la DGT, que ha dejado claro que la norma está diseñada y pendiente de ver cómo se encaja jurídicamente.
Tras escuchar a diversos periodistas especializados en seguridad vial reclamar "más titulares", Navarro ha reconocido que el debate mediático favorece la concienciación, hasta el punto de que desde que se anunció de que se bajará la tasa máxima de alcohol al volante al 0,2 gramos por litro en sangre ha bajado la siniestralidad.
"Llevamos 15 días que nos están bajando los siniestros en comparación con el año anterior", ha asegurado el director quien, no obstante, ha advertido de que muchos piensan que la rebaja ya está aprobada.
Y ha bromeado: "Los tiempos de la administración y de las normas no tienen nada que ver con los de los medios de comunicación. Una orden ministerial son 6 meses, un real decreto, un año y una ley pues depende del interés".
Navarro también ha recalcado que uno de los retos y "asignatura pendiente" es disminuir en las grandes ciudades los coches, ocupados únicamente por el conductor en el 85% de los casos a primeras horas del día.
"No nos lo podemos permitir. Es ineficiente, vamos a ver si somos capaces de compartir porque si conseguimos dos personas en cada vehículo, tendremos también la mitad de vehículos, la mitad de consumo y la mitad de emisiones", ha apostado.