Un empresario denunció a la Guardia Civil que habían practicado un agujero en la pared y robado 500 kilos de cable de cobre
Agentes de la Guardia Civil del Puesto Principal de Utrera (Sevilla) han detenido a seis personas, una de ellas menor, imputándosele a Cinco de los detenidos dos robos con fuerza y a cuatro de éstos, además, otro de receptación. Además, se imputa un robo con fuerza en las cosas al sexto detenido.
En un comunicado de prensa, la Benemérita ha señalado que tuvo conocimiento de estos hechos después de que el representante de una empresa denunciara que, en una nave industrial, habían practicado un agujero en la pared y robado 500 kilogramos de cable de cobre.
De esta forma, el Grupo de Investigación del Puesto Principal de Utrera se encargó de las pesquisas mientras que, una semana más tarde, la misma empresa presentó otra denuncia por robo mediante butrón --agujero en el muro-- de material eléctrico, valorando lo robado en más de 31.000 euros.
El denunciante manifestó que el cable robado es muy singular y se usa específicamente para catenaria en las vías férreas. Por ello, la Guardia Civil realizó hasta 20 inspecciones en chatarrerías de la población y otras limítrofes. En varias de ellas, los responsables de las chatarrerías informaron a los agentes de que no habían admitido el cable y, al ser el empleado en catenaria, sospecharon que pudiera ser robado, si bien, tras varias pesquisas, la Benemérita sospechó de una persona que podría haber vendido parte del material en una chatarrería.
Al entrevistar a esta persona, manifestó que el material lo había encontrado abandonado en unos contenedores, lo que posteriormente se comprobó que era cierto, ya que, al no poder vender el material, los ladrones habían optado por deshacerse de él. Así, los agentes consiguieron recuperar 130 kilogramos de este cable escondido en un pozo de ocho metros de profundidad.
Asimismo, los agentes han indicado que el lugar donde apareció el material centró la investigación en un grupo de personas que posteriormente fueron plenamente identificadas por testigos, por lo que la Guardia Civil realizó un seguimiento de los sospechosos.
Del domicilio de uno de ellos salió una furgoneta similar a la que llevaban los que habían intentado vender el cobre, por lo que los agentes pararon la furgoneta y encontraron un televisor de plasma de 50 pulgadas que les resultó sospechoso, a pesar de que el conductor dijo que lo había comprado a un tercero. Sin embargo, se comprobó que había una denuncia presentada por el gerente de un club social en la que mencionaba que le habían robado una televisión de la misma marca y modelo.
Finalmente, se culminó esta actuación cuando la Guardia Civil detuvo a los cinco implicados en los dos robos con fuerza en las cosas y a cuatro de ellos, además, por estarlo en un delito de receptación al haber comprado la televisión robada. Por otro lado, la Benemérita detuvo a la persona que había sustraído la televisión por un delito de robo con fuerza en las cosas.