El pleno extraordinario celebrado el 21 de noviembre en Coria del Río estuvo marcado por una fuerte controversia política. El equipo de gobierno, liderado por
Modesto González (Andalucía por Sí),
presentó una propuesta para solicitar la cesión del edificio que albergaba el antiguo Centro de Salud Nuestra Señora de la Estrella, en ruinas desde 2019, con el
objetivo de rehabilitarlo y destinarlo a un centro de servicios sociales. Sin embargo,
el debate derivó en acusaciones cruzadas y el abandono del pleno por parte de los grupos de la oposición, PSOE y PP.
Según explicó el portavoz del gobierno municipal, la propuesta responde al abandono del inmueble por parte de la Junta de Andalucía y el Gobierno Central. "Ni la Junta ni el Estado lo quieren. ¿Qué hacemos? Pedirlo para ponerlo en valor", afirmó, destacando que
el nuevo uso beneficiaría a mayores y familias desfavorecidas. Además, acusó al PP y al PSOE de no haber tomado medidas durante años para solucionar la situación del ambulatorio. “La Junta tenía un millón de euros en 2020 para la sanidad de Coria y no lo invirtió”, añadió.
El portavoz popular,
Andrés Parrado, calificó la actitud del portavoz de AxSí de "chulesca" y "provocadora" y denunció que el alcalde no actuó con imparcialidad durante el pleno. Estas afirmaciones fueron acompañadas de
una serie de insultos dirigidos al portavoz de AxSí y al propio alcalde, que llevaron a la expulsión de Parrado. "Bulldog" y "dictador" fueron algunos de los términos utilizados. Por su parte, el portavoz socialista, D
avid Díaz, pidió la reincorporación del portavoz popular al debate, acusando al alcalde de usar su mayoría absoluta de manera "arbitraria". Ante la negativa, también abandonó la sesión.
El alcalde Modesto González calificó el incidente como un boicot organizado por la oposición y aseguró que la propuesta busca solucionar un problema que ni la Junta ni el Estado han querido abordar. "Estamos luchando por un nuevo centro de salud, pero mientras tanto, este edificio se está cayendo. Lo que planteamos es rehabilitarlo para un uso social antes de que sea inhabitable", subrayó.
Por su parte, la oposición defendió que la prioridad debe ser la recuperación del centro para su uso sanitario, criticando la propuesta como una solución insuficiente. El portavoz popular señaló que "el bienestar social no es un asunto prioritario para el pueblo", mientras que el socialista argumentó que convertir el edificio en oficinas sociales no es la solución esperada por los vecinos.
La tensión alcanzó su punto álgido cuando los grupos de la oposición abandonaron la sesión, dejando al gobierno local la aprobación del punto por mayoría absoluta. En su intervención final, el alcalde lamentó la actitud del PP y el PSOE, asegurando que el gobierno municipal no renunciará a exigir un nuevo centro de salud y movilizará al pueblo si es necesario.