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Andalucía

Educar en las emociones para frenar la lacra de la violencia machista

Incluir las emociones y la empatía en los relatos y explicaciones de todas las asignaturas "ayudaría muchísimo a un desarrollo social igualitario"

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  • UN AULA DE UN COLEGIO. -

La Educación Emocional en la escuela es la apuesta de algunos expertos y organizaciones para ahondar en la lucha contra la violencia machista desde edades tempranas. De esta forma se evitarían los roles vinculados al género y se dejaría de cuestionar si llorar es solo cosa de niñas.

Incluir las emociones y la empatía en los relatos y explicaciones de todas las asignaturas "ayudaría muchísimo a un desarrollo social igualitario", para que el alumnado tenga claro que desde la historia se puede contar una batalla donde los guerreros "también tenían miedo y lloraban por sus compañeros muertos".

De esta forma lo cuenta a EFE la doctora en Psicología y profesora de la Universidad Europea, Mariola Fernández, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer tras señalar que la educación "no se está orientando adecuadamente" porque se queda en los aspectos más superficiales y "no se va al fondo".

"Se necesita una educación en diferentes áreas, en el ámbito escolar, en el social y en el familiar", incide al recalcar que "la infancia lo es todo porque nacemos esperando ser educados y educadas" lo que repercutirá en la vida adulta y en las relaciones entre hombres y mujeres.

Fernández aboga por la importancia de educar en las emociones y recibir estímulos que hagan que los y las escolares tengan una visión cien por cien igualitaria, tanto desde el punto de vista del lenguaje como durante el aprendizaje de cada materia.

"Que sepan en qué momento histórico vivió Federico García Lorca, que podía escribir poesía desde el llanto y la pena", comenta a EFE al recordar las emociones que le podría provocar su homosexualidad en aquel tiempo: "Esto también es educar".

"Que un chico pueda llorar sin cuestionarse si es bueno o malo. Que sepa que llorar está bien y que le puede ayudar a sentirse mejor", puntualiza.

 Fernández cree que la educación en los centros debería ser "trasversal" para que en las clases "quepan estos análisis" que formarán en la igualdad a chicos y chicas y que podrían evitar acciones machistas en el futuro.

En este sentido recuerda la influencia que tiene el aprendizaje en el desarrollo madurativo del cerebro de los jóvenes, que no se cierra hasta los 21 años.

La psicotecnóloga y especialista en Relaciones Humanas en la empresa Psiconnea, Ana Hernández, coincide en que "aprendemos observando y lo que vemos en casa, en la escuela o en el trabajo moldea nuestras ideas sobre respeto e igualdad".

En un comunicado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Hernández incide en que "gestionar emociones salva vidas porque aprender a establecer límites y manejar conflictos previene la violencia".

También para la ONGD InteRed (Red de Intercambio y Solidaridad) la educación emocional permite comprender y manejar las emociones "que están en la base de actitudes y comportamientos que generan violencia, discriminación y desigualdad".

Por otra parte, limitar el influjo de las redes sociales, "que no presentan la realidad", sensibilizar al profesorado en la igualdad de sexo o volver a la asignatura de 'Valores éticos' "para trabajar en valores morales y sociales", son propuestas que para la profesora de la Universidad Europea podrían frenar las segregaciones.

Lenguaje inclusivo en los libros de texto

La profesora y responsable de Igualdad y Mujeres del sindicato independiente de docentes Stes-Intersindical Sonia Blanco señala a EFE la importancia de incluir el lenguaje inclusivo en las aulas, desde cero a tres años.

"Crecer todos y todas sabiendo que hay mecanismos en una lengua tan rica como la nuestra para incluir a todas las personas", incide tras recalcar que el masculino genérico "invisibiliza a las mujeres".

"Si no se nos nombra, no existimos", señala mientras recalca que "todos los libros de lectura o académicos" deberían utilizar un lenguaje inclusivo.

"Que cuando se hable de la Historia del hombre en los libros de texto, se diga la Historia de la humanidad, por ejemplo", coincide la profesora de la Universidad Europea que insiste en que "luchar por un desarrollo igualitario es tener un lenguaje apropiado porque además cuando hablamos reflejamos el pensamiento".

Chicos y chicas jugando juntos al fútbol

La inclusión tampoco está en actividades extraescolares como el fútbol -pone como ejemplo Fernández-: "Segregamos en este deporte y repetimos diferencias, cuando podrían jugar chicos y chicas juntos y hacer categorías distintas pero sin separar por sexos".

Por otra parte, para la psicotecnóloga Ana Hernández la tecnología puede ser "una gran aliada para adaptar la educación al nivel de inteligencia emocional y al contexto de cada persona" ya que puede "identificar patrones de riesgo y prevenir el abuso antes de que ocurra".

Datos preocupantes

Las expertas consultadas coinciden en que el consumo de pornografía entre los jóvenes en edades cada vez más tempranas y el incremento de casos de violaciones grupales son datos preocupantes que hacen ver la necesidad de aplicarse más contra la violencia machista.

"Poner límites a esto para que no vaya a peor es esencial en los colegios", dice Fernández, mientras desde Psiconnea se recalca que para "dejar perpetuar los roles de género y desactivar dinámicas que pueden acabar en violencia, la educación es la herramienta más poderosa".

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