La exmiss España, presentadora y actriz Esther Arroyo está "esperando" a que le den "la invalidez" a causa de las secuelas físicas del accidente de automóvil que sufrió el 10 de octubre de 2008 a causa del cual resultó muerto un amigo suyo. La gaditana, en una entrevista a la revista Pronto, asume, tras más de tres años de rehabilitación, que no podrá volver a trabajar. "Tengo claro que no volveré a trabajar, porque lo intenté y mi pierna no lo resiste. Sé que tarde o temprano me tendrán que poner un prótesis en la rodilla", señala a la revista.
El vehículo en el que viajaba la actriz sufrió un fatídico accidente al chocar frontalmente contra otro coche. Además del fallecido amigo de la gaditana también viajaban su esposo, Antonio Navajas, la cantante Ana Torroja y su marido y otro amigo más. Desde entonces la exmiss España no levanta cabeza: "Mi vida , desde el accidente, se basa en cuidar mi pierna. Tengo que hacer deporte, necesito una vez a la semana un masaje y cada 15 días un osteópata. Estoy contenta de tener la pierna con cicatrices porque al principio pensaron que me la iban a cortar". Según relata a Pronto, "llegué a tener miedo de volverme loca. Un día me fui sola a la playa, comencé a llorar y a gritar. me apetecía meterme en el agua. Me asusté mucho".
Esther Arroyo se alzó con el principal certamen de belleza del país en 1990. Pese a que la mayoría de las misses desarrollan una posterior carrera en un segundo plano o en pasan inadvertidas para la opinión pública, la gaditana logró hacerse un hueco en el panorama audiovisual español participando en numerosos programas de televisión y protagonizando series como 'Periodistas' o películas como 'Atún y chocolate'.
Sin embargo, las severas secuelas físicas del suceso le impedirán volver a retomar su carrera: "La pierna me duele muchísimo. Se me ha acortado 2 centímetros. Si puedo evitar que se me note la cojera, lo voy a evitar". La falta de trabajo la ha llevado a la ruina, según declara a la revista: "ha sido nuestra ruina económica y familiar. Nos hemos sentido muy desamparados. Tuvimos que malvender la casa".
"Nunca podré hacer vida normal ni volver a trabajar", insiste. "Una vez que me den la invalidez ya es el final de una etapa, ya no habrá entrevistas ni un papel en una película. No presentaré un programa, no habrá una serie. Necesito que el juicio del accidente sea cuanto antes".
El estado de reclusión pública de la gaditana es tal que ni siquiera se dejó fotografiar para la revista.
