Colectivos de gays y lesbianas han exigido un cambio urgente de la normativa para que las agresiones en las parejas del mismo sexo sean consideradas violencia de género y por tanto estén amparadas por las medidas que contempla la Ley Integral.
En declaraciones a Efe, Lorente explicó que el asesinato de un homosexual en Adra (Almería) por parte de su ex marido no se incluye dentro de la contabilidad de fallecidos por violencia de género, pero son agresiones que se juzgan con el Código Penal y cuyas víctimas reciben las ayudas previstas en la Ley de Protección de Víctimas de delitos violentos.
"Las parejas del mismo sexo no están desprotegidas, es verdad que no tienen los mismos recursos porque estamos hablando de una violencia distinta y eso no significa que podamos mejorarlo, se analizará en el contexto de otra normativa", dijo Lorente.
El delegado del Gobierno insistió en que el Código Penal protege "a todas las personas con independencia de los factores en que se produzca la violencia" y recordó que la Ley Integral no agrava las penas en casos de homicidio, sino que incluye una serie de medidas para abordar el fenómeno de la violencia de género.
La Confederación Española COLEGAS de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales reclamó ayer esta reforma porque considera que la violencia doméstica entre parejas homosexuales es una realidad invisible, que no se denuncia, y que la actual ley no reconoce.
La víctima recibió múltiples puñaladas
Mientras, la autopsia practicada a Manuel L, asesinado en Adra (Almería) por su ex marido, ha revelado que recibió múltiples puñaladas en el cuello y en la cara con un cuchillo de caza.
Fuentes del caso detallaron que el presunto homicida, un ciudadano marroquí de 33 años identificado como E. H. Q, se personó a primera hora de la tarde del martes en el portal de la vivienda de su víctima, con la que contrajo matrimonio justo hoy hace tres años y que trabajaba en el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Adra desde hacía aproximadamente una década.
El hombre aguardó la llegada de Manuel al número 110 de la calle Natalio Rivas de Adra hasta las 15.20 horas, momento en el que le abordó en el rellano de la vivienda, donde le asestó numerosas puñaladas asestadas al parecer con un cuchillo de caza que, horas más tarde, fue encontrado por la Guardia Civil en su vehículo.
El agresor y su víctima habían iniciado los trámites de divorcio en junio de 2008, según han detallado las fuentes, que apuntan a esta separación como posible causa de lo ocurrido.
Tras el crimen, el ciudadano marroquí se dirigió a su turismo para desplazarse al paraje de invernaderos conocido como La Parra, donde se suicidó colgándose de la pared lateral de una explotación agrícola.
Mientras el cuerpo de Manuel era enterrado en su localidad natal, Alcudia de Monteagud, un pequeño pueblo de la sierra de los Filabres almeriense que cuenta con unos 150 habitantes, por el momento se desconoce lo que ocurrirá con el cadáver del supuesto autor del crimen, quien estaba también casado en Marruecos, en este caso con una mujer, puesto que no existe constancia de que cuente con familiares en España, donde residía legalmente y carecía de antecedentes.