Más sobre vampiros. En este caso, sobre el Vampiro, con mayúsculas, sobre Nosferatu, la obra maestra dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau en 1922 y primer hito cinematográfico en torno a la figura del personaje creado por Bram Stoker, el conde Drácula -cuyo texto sirvió de inspiración aunque con la modificación del nombre del personaje principal, denominado aquí como conde Orlok, y que derivó en una demanda judicial interpuesta por la viuda de Stoker contra Murnau que casi llevó a las cenizas todo el celuloide-. La terrorífica silueta de Nosferatu ha vuelto a cobrar actualidad desde esta semana gracias a la excelente edición (un libro dvd) realizada por el cineasta e investigador español Luciano Berriatúa en torno al imprescindible filme alemán y que incluye la última copia restaurada de la película -llevada a cabo por el propio Berriatúa con la incorporación de la partitura original de Hans Erdmann para su estreno-, galerías gráficas, anécdotas del rodaje, análisis sobre el filme y dos documentales sobre Murnau, también de Berriatúa, así como el libro Nosferatu. Un filme erótico-ocultista-espiritista-metafísico, en el que el autor expone todas las claves sobre la producción, rodaje y significación de la obra cinematográfica. El precio, 60 euros (bien pagados que estárán llegado el momento)
Luciano Berriatúa se introdujo en el mundo del cine en los años setenta, época en la que llegó a desempeñar diferentes funciones de producción y dirección en cortos y largometrajes, aunque su labor más reconocida le ha llegado mediante su especialización en la restauración de películas del cine mudo español y alemán y a través de la investigación sobre la figura y la obra de Murnau, sobre el que ha publicado tres libros (La técnica de direccción de FW Murnau, Los proverbios chinos de FW Murnau y este trabajo definitivo (?) sobre Nosferatu). Es toda una autoridad en la materia y, de hecho, ha trabajado en la restauración de cuatro de sus películas: Nosferatu, Fausto, El último y Tartuff.
Es más, Berriatúa fue el asesor personal del equipo de producción y del director Elias Mehrige para La sombra del vampiro, una muy interesante película que recreaba el rodaje de Nosferatu desde el punto de vista de la fascinación despertada por el filme en espectadores de todas las generaciones y alimentando la leyenda sobre el actor que encarnó al conde Orlok, Max Schreck, del que se llegó a divulgar que era un vampiro auténtico.
De todos estos detalles habla en su obra Luciano Berriatúa, quien en 1997 visitó todos los lugares donde se rodó la película y contactó con la sociedad secreta que la produjo, a la que pertenecía Albin Grau, su productor y promotor, quien insistió en la incórporación de numerosas claves relacionadas con el ocultismo y las fuerzas ocultas de las que se da cuenta en este trabajo, así como de las otras que configuran la columna vertebral de la historia y que fueron resaltadas en el mensaje promocional para su estreno: erotismo, ocultismo, espiritismo y metafísica, que sirven a su vez de enunciado a este muy recomendable libro-dvd.
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