El Balonmano Ademur sólo pudo plantar cara a los Dragones de Daganzo en compases puntuales de la segunda mitad.
Con esa renta rápida el choque se le puso muy favorable a Daganzo, que apoyado en su primera línea y su extremo izquierdo Fdez. Osborne, letal, jugaba a placer y prácticamente rompía el choque, adquiriendo una comodísima ventaja al descanso: 18-8.
Tenía que cambiar mucho el panorama si Bm. Ademur quería sobrevivir en la contienda, o de lo contrario verse abocado a un marcador amplio. Salieron con un perfil diferente, como ayer ante Bailén, consolidaron su defensa e hicieron una mixta sobre el cañonero madrileño Luis Kloske; esto le dio resultados de principio, ya que se redujo algo la diferencia en los primeros minutos de la reanudación, 19-13. Ello obligó al técnico de Dragones de Daganzo a pedir tiempo muerto para reajustar sus líneas, y cortó el empuje de los murcianos y volvió a ensancharse la diferencia.
Una nueva racha en torno al ecuador de la segunda parte permitió a Bm. Ademur meterse en el choque y provocar el nerviosismo de su rival, con el 24-19 y posesión de balón; pero fue el canto del cisne, porque los madrileños fortalecieron su defensa y se desembarazaron muy bien de la tela de araña de los murcianos en defensa, para terminar matando el partido por 29-21.
Los Dragones de Daganzo ya han hecho sus deberes y aguardan, en teoría, al conjunto bailenense, en una esperada gran final de este sector.