El Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado a un año de cárcel a un vecino de Cartaya por un delito contra la salud pública al ser considerado el responsable de un laboratorio de producción de marihuana, desde su plantación y cultivo hasta su manipulación y disposición para venta.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, y que ha sido ratificada en segunda instancia por la Audiencia Provincial de Huelva al desestimar el recurso de apelación del acusado, le impone además el pago de una multa de 3.000 euros y responsabilidad personal caso de impago de quince días, así como al pago de las costas causadas.
Se considera probado que el 14 de mayo de 2014, agentes de la Guardia Civil procedieron, previa autorización de su usuario, a registrar el interior de una nave en el Polígono Industrial La Barca, de Cartaya, utilizada por el acusado.
Tras acceder al interior de la nave, con la presencia del acusado, los agentes localizaron, oculto con unas lonas, una zona habilitada para la producción y secado de plantas de marihuana, para obtener sustancia estupefaciente para distribuir a terceros.
La instalación intervenida constaba de dos secaderos con estructura tubular metálica desmontable, dotados de cuatro filtros de ventilación, seis equipos extractores de aire, 32 cogollos de plantas de marihuana secas colgadas boca abajo, 14 plantas de marihuana en macetas, foco de gran potencia y lámparas fluorescentes para acelerar la germinación de la semilla.
Además había aparatos para medir humedad, ph y temperatura, productos embotellados paracultivo de marihuana, botes de fertilizantes, germinantes y aceleradores de secado y hojas de marihuana secas.
Las plantas intervenidas se remitieron para análisis en laboratorio dependiente de la Subdelegación de Gobierno, ofreciendo resultado 460 gramos de cannabis, con principio activo de 6,4 de THC, siendo su valor en el mercado de 12.300 euros.