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La Peza se llenó para disfrutar de los tradicionales encierros a los que acompañó una fina lluvia

La localidad de La Peza celebra del viernes 9 al martes 13 de octubre sus tradicionales fiestas en honor de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo de la Misericordia.

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  • Encierros taurinos.

La localidad de La Peza celebra del viernes 9 al martes 13 de octubre sus tradicionales fiestas en honor de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo de la Misericordia. Son unas fiestas muy esperadas por los lapeceños, ya que se celebran uno de los encierros taurinos más antiguos de España. Los encierros se celebraron el domingo y este lunes las once de la mañana. En el primero de los encierros del domingo, que fue algo peligroso y con más de un susto, la plaza de toros de La Peza, ubicada en el centro del pueblo, se llenó hasta los topes a pesar de la fina lluvia que acompañó la mañana.
Son las fiestas grandes del municipio en las que se traen a los toros desde las afueras del pueblo hasta la Plaza Mayor, donde se torean por la tarde. Lo más llamativo de las fiestas son sus encierros, declarados de Interés Turístico por la Junta de Andalucía en la orden del 14 de marzo del 2008. Estos encierros consisten en traer los novillos desde Lugros (antes desde el Camarate), a través del monte. Cuando se llega a las Eras se anuncia el encierro con un chupinazo y se corren hasta llevarlos a la plaza, subiendo por la Calle del Río. Una vez en la plaza, se van sacando de uno a uno para mostrarlos, y para que, los más atrevidos, se envalentonen un poco. Por las tardes son las corridas de toros. Al final de la corrida se deja una vaquilla para que los espectadores jueguen con ella.
La plaza, hasta mediados de los años 90, presentaba una construcción de palos atravesados y sujetos con cuerdas, en los que se sentaban los espectadores. Cuando los encierros, era típico ver como corría la gente por ellos hacia la parte superior para evitar los cuernos de los novillos, ya que los palos llegaban hasta la plaza. En esta se dieron numerosos incidentes. Uno de ellos, que es muy recordado, es cuando se coló un toro por debajo de esta estructura haciendo correr a todos los que se refugiaban bajo ella. En otra ocasión unos palos se partieron y cayeron sobre las personas que se ponían debajo de ellas. La plaza actual consta de un armazón de hierro, diseñado para poner y quitar con facilidad. Sobre esta estructura se colocan los palos y también, según las zonas, unas baldas para que las personas se puedan sentar. También se añadió una grada más por el lado del Cimiento. El espacio que queda para las corridas ha disminuido, pero se ha ganado en seguridad y aforo.

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