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Sala 3

La Llegada

El director canadiense Denis Villeneuve adapta uno de los fantásticos relatos del novelista de ciencia ficción Ted Chiang

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La herramienta —o el arma, según el uso que se le dé— más poderosa de todas las que posee el lenguaje audiovisual cinematográfico reside en la ciencia ficción, y en cómo determinados directores son capaces de empaparse del género y estirar y deformar sus ilimitados límites y sus mutables códigos para hablarnos sobre todo aquello que realmente importa; sobre lo que nos hace humanos.

El director canadiense Denis Villeneuve adapta uno de los fantásticos relatos del novelista de ciencia ficción Ted Chiang, en el que doce naves alienígenas aterrizan en diferentes lugares de nuestro planeta.  Los protocolos de contacto extraterrestre comienzan a ponerse en marcha, por lo que el gobierno estadounidense contrata a una lingüista (Amy Adams) para intentar establecer comunicación con los alienígenas y averiguar sus intenciones.La Llegada es, además de la Encuentros en la Tercera Fase (1977) de esta década, la película con el mensaje más poderoso en años. Y lo es porque todos los aspectos que conforman su narrativa se acoplan y amoldan a ese mensaje —un enaltecimiento del lenguaje y su poder— para aportar cohesión a la transmisión del mismo. Villeneuve, con un optimismo abrasador impropio de sus anteriores trabajos, pues caían siempre del lado emocional contrario, nos habla sobre la vida y la muerte; sobre el amor y la pérdida; y sobre lo importante que resulta para la supervivencia de la humanidad, el pleno desarrollo de las relaciones sociales humanas.Todos estos temas se abordan desde teorías científico-lingüistas llevadas a la práctica sin miramientos. En concreto, explota el relativismo lingüístico o hipótesis Sapir-Whorf, en la que llevamos a últimas consecuencias el hecho de que pensamos con palabras y, por tanto, el lenguaje define y condiciona nuestra capacidad para experimentar y analizar la realidad. Si el tiempo es relativo, ¿por qué no iba a serlo también el modo en que lo advertimos?CIENCIA FICCIÓN en mayúsculas, utilizada como catalizador para exponer argumentos de manera clara y concisa, sin caer en la sobreexposición o en intrincadas vueltas de tuerca, manejando un equilibrio comunicativo perfecto que, además, nos engulle desde el principio hasta el final, cerrando un círculo narrativo perfecto que consigue emocionar y trascender, hasta el punto de erizar los vellos de la piel y humedecer los ojos, dejándonos una extraña sensación de gravedad cero al salir del cine con temblores y sin palabras.En definitiva, La Llegada, además de confirmar el estado de gracia actual en el que viven director y protagonista, ofrece una experiencia imposible de abarcar con este ajustado y pobre manejo del lenguaje que exhibo, pero espero haberos transmitido lo importante: es una obra maestra que debéis ver y que, seguro, revisitaréis con los años.

Para leer más sobre cine puedes visitar mi blog www.elmurodedocsportello.wordpress.com

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