Germán Rendón volvió con la intención de consagrarse y conseguir una nueva semifinal, fase que no consigue alcanzar desde OBDC: La vida es bella. En esta ocasión nos trajo a estos obispos cuyo padrenuestro es la ironía. Y es que según los sacerdotes de Rendón, Dios creó la comparsa para contar verdades como puños en los carnavales, esas verdades que otros callan. Es lo que contaron en su carta de presentación. Con una excelente música y forma de cantar.
En el primer pasodoble dejaron claro su respeto a la fe de una forma muy bonita. Dijeron que cómo iban a criticar a los creyentes si piden por ellos y la que pide es su madre.
Dura crítica al alcalde de Cádiz, José María González, al que consideran que ha defraudado a todos los jóvenes que lo votaron creyendo que les conseguiría un futuro mejor, pero, a pesar de ello siguen teniéndose que ir fuera a trabajar mientras que el alcalde se preocupa de otros temas irrelevantes para la ciudad.
Destaca el gusto de esta agrupación en su cante y la melodía.
A las complicaciones que han tenido durante los ensayos, complicaciones que llegaron hasta el mismo día de su estreno, que coinciden con otra agrupación con el tipo parecido, el primer cuplé, el segundo, letra de pelo. Buena tanda rematada con mejor estribillo que hace las delicias del público. Completo el popurrí que mantuvo el nivel alto de todo el repertorio.
Este año vuelve OBDC con más fuerza que el año pasado con un repertorio brillante.
