La mañana de hoy en el entorno racinguista se presenta bastante movida. En el mejor de los casos los jugadores percibirán una mensualidad o parte de ella de los dos que ya se les adeuda. En ese caso comenzarían a preparar el trascendental partido del próximo domingo ante el Melilla.
De no cobrar, la primera plantilla racinguista podría volver a plantarse y negarse a entrenar en protesta por los graves problemas económicos que arrastran desde el comienzo de la temporada.
Esta campaña los jugadores de la primera plantilla racinguista cobran fichas muy humildes en comparación con la de temporadas precedentes, por lo que los jugadores tienen que vivir al día, la falta de una mensualidad les provoca un gran perjuicio, algunos llegan a no tener ni dinero para desplazarse a los entrenamientos, con el agravante de que muchos de ellos son jugadores foráneos, por lo que no tienen familia directa que les apoye.
A pesar de ello el equipo sigue derrochando profesionalidad en cada entrenamiento y en cada partido que disputan.
A pesar de que los resultados no son todo lo bueno que desearían, los jugadores siguen con la moral por las nubes y con el convencimiento de que con el trabajo bien hecho, los resultado no tardarán en llegar.
Tras el partido de San Fernando y el golazo conseguido por el capitán Manolo Sanlúcar, parece que el gafe con el gol se ha terminado, tras arrastrar cuatro partidos sin anotar un tanto, lo que da mucha moral para enfrentarse al Melilla, partido que se disputará el próximo domingo a las 12.00 horas, en el que los rojiblancos esperan conseguir la ansiada primera victoria casera, para por fin dar una alegría a la afición racinguista.
El conjunto racinguista acumula la friolera de nueve partidos sin cosechar una derrota, la última llegó en la jornada cuarta en su visita a Marbella allá por el 20 de septiembre. A pesar de ello el equipo rojillo sigue inmerso en puestos de descenso, en el puesto 17, aunque a tan sólo una victoria de la zona tranquila de la clasificación, por lo que una victoria se antoja esencial.