La empresa a la que se ha adjudicado la instalación de los equipamientos es El Corte Inglés. Esta ejecución forma parte del proyecto Cultur-Card promovido por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento a través del Instituto de Empleo, Fomento y Formación con el objetivo de consolidar las culturas turísticas de la provincia y reactivar la economía de los municipios.
La ampliación del recinto comenzó en 2006 para convertirlo en un museo de arqueología industrial.