El vertido en esta ocasión era aún mayor y provocó el precinto de la playa durante más de tres hora y, aunque la concejala de Playas del Consistorio esteponero, Carmen Ocaña, asegurara que en ningún momento se impidió el baño, este periódico comprobó cómo se colocaron banderas rojas, indicando así la recomendación de no bañarse en la zona.
Según aseguraba David Valadez, el vertido fue provocado por una obstrucción en la red de saneamiento mediante la colocación de un tablero aglomerado cortado a medida, así como por el depósito de piedras de rocalla en la misma tubería, lo que ha convertido el suceso en un "acto vandálico premeditado y estudiado con el fin de hacer daño a la ciudad en uno de los fines de semana más importantes del año por la afluencia de turistas y residentes a las playas", según afirmó el propio Valadez, quien añadió que "no es comprensible, admisible ni justificable que se haya ofrecido esta imagen en pleno mes de agosto".
Se busca a los responsables de este supuesto boicot
Al parecer y después de que la situación quedara controlada por los operarios así como por los bomberos desplazados al lugar, éstos descubrieron una vez dentro del arroyo los materiales con los que presuntamente se había taponado la tubería, según señaló la edil responsable de Playas, quien añadió que agentes de la Policía Local, de la Policía Nacional, así como de la Guardia Civil Marítima, tomaron imágenes del lugar del sabotaje para intentar depurar responsabilidades lo antes posible.
En este sentido la edil de playas, de negro riguroso, afirmaba ante los medios de comunicación que el autor de los hechos tiene nombre y cara, y añadió que es su deseo sentarlo ante los tribunales para que responda por el daño que ha causado al pueblo de Estepona, sin que por el momento se haya cuantificado económicamente.
Aunque de momento no obran en nuestro poder, la edil de Playas anunció que haría llegar a los medios de comunicación las fotografías que atestiguan en el interior del arroyo que los hechos se han debido a un sabotaje; entretanto las fotografías capturas este mismo lunes no se diferencian en nada a las capturadas la pasada semana por este periódico en el mismo punto, donde el olor es nauseabundo, algo que incluso atestiguaban varios bañistas cuya reacción fue recogida por la televisión pública.
Las imágenes del momento en el que se producían los vertidos, conseguidas por este diario, no dejan margen para la duda de que este verano, verdaderamente, es histórico en cuanto a la pésima imagen de las playas que se está ofreciendo.