La irrupción de Vox en Cataluña y sus datos cada vez más positivos en las encuestas a nivel nacional fortalecen a la formación dirigida por Santiago Abascal a la hora de endurecer su posición en Andalucía. La implantación del pin parental se encuentra en el pacto alcanzado por el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos con Vox y este está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias: no apoyará las iniciativas de PP y Cs hasta que el veto parental sea una realidad.
Ante el enésimo pulso de Vox, el Gobierno andaluz “es estable, está fuerte, va a perdurar toda la legislatura, y no va a haber sobresaltos”. Al menos eso defiende el portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, quien asegura que va a cumplir a “rajatabla” todo aquello con lo que se comprometió con Vox.
El portavoz recuerda que es un gobierno formado por dos partidos y el apoyo parlamentario de un tercero, por lo que requiere “un esfuerzo de negociación diario”.
Y es que, según Bendodo, la diferencia entre el Gobierno andaluz y Vox se debe a un “problema semántico”. “Lo que firmó el consejero de Educación es lo que se va a cumplir”, en relación al acuerdo para que se necesite una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias. La solución, dice, sólo es cuestión de “sentarse” y encontrar la fórmula para que el pin parental sea una realidad.
Sobre esta situación, la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha insistido este martes que sólo hay dos alternativas en Andalucía: “Un gobierno del PSOE o que entre Vox a las instituciones”.
