Tras ejecutar por completo su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Sevilla, Heineken ha celebrado este viernes de forma festiva la inauguración de su espacio "dedicado a la cultura cervecera y al talento".
La conocida como Factoría Cruzcampo es, según la compañía, "un espacio donde se elaboran cervezas artesanas en un ambiente de aprendizaje y también de colaboración, ya que cada consumición contribuye a impulsar la formación y el talento de jóvenes en el sector hostelero".
El acto contó con la presencia de Guillaume Duverdier, presidente de Heineken España y la Fundación Cruzcampo, y están invitados el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien no podrá asistir tras dar positivo en Covid-19, y el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, entre otras autoridades y personalidades andaluzas, así como la vcepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España, Carmen Calvo.
Fuerte ajuste laboral
La inauguración de este centro, que se abrirá al público general el próximo 1 de junio, se realiza después de que la compañía haya eliminado 106 puestos de trabajo en toda Andalucía. Sin embargo, en la inauguración de este espacio, la empresa afirma que "con esta apertura, Cruzcampo y su Fundación han dedicado más de 6 millones de euros a acción social".
Sólo la factoría principal de la empresa en Andalucía, ubicada a las afueras de Sevilla, ha visto como en las últimas semanas veía reducida su plantilla en 44 trabajadores, según confirmaron los sindicatos.
Estas personas han sido finalmente prejubiladas de forma forzosa tras ser incluidas en el ERE que la empresa anunció para toda España dentro del duro plan de ajuste y ahorro puesto en marcha en todo el mundo.
Sin embargo, mientras que de forma global el ajuste afecta de media al 10% de la plantilla, en Sevilla, por ejemplo, el impacto ha sido mayor.
Preocupación sindical
Con esta situación, los sindicatos que han mostrado varias veces su preocupación por el adelgazamiento de la plantilla en la provincia.
Unos puestos de trabajo que ven difícil de recuperar dada la robotización progresiva de la factoría, que contrasta con las alabanzas a la cerveza tradicional con la que la empresa ha publicitado la apertura de su nuevo centro de la avenida Andalucía.
Además, Heineken planteó la salida de otros 26 trabajadores de sus oficinas centrales en Andalucía.
Al igual que otros 30 empleados en la planta de la compañía en Jaén y tres más en su centro de Málaga.
En toda España, las salidas anunciadas alcanzaban las 228 de una plantilla de 1.590 trabajadores. Alrededor del 14% de total.
Heineken perdió 204 millones de euros en 2020.
