El Sindicato SPJ-USO en Cádiz convocaba el pasado miércoles, y hará lo propio el día 30, una concentración ante las puertas de los distintos órganos judiciales de la provincia, entre ellos en los juzgados de Arcos.

El motivo, manifestar su rechazo a los recortes sobre los funcionarios anunciados por la Junta de Andalucía, aunque el sindicato ha reconocido en nota pública no conocer cómo les afectará directamente los recortes en Justicia, donde la competencia de la Junta de Andalucía es más limitada que en el sector público andaluz. No obstante,suponen que, de momento, son seguras la suspensión de la acción social para 2012 y 2013 y la reducción del 10 por ciento de la productividad. Además, se temen que los recortes se apliquen por la vía del complemento específico, como en Cataluña. “Lo que no puedan realizar a los interinos de reducirles jornada y horario, lo hagan recurriendo a cesar interinos por motivos presupuestarios, que esto sí es seguro que lo puedan hacer”, explica el sindicato.


Aparte, estaría la ampliación de jornada a 37 horas y media, eliminación de las compensaciones por el 24 y 31 de diciembre, supresión del premio de jubilación y otros recortes que para el sindicato judicial suponen motivos suficientes como “para estar cabreados”, por no hablar del agravio comparativo que supone que los que más cobran en el Juzgado (jueces, fiscales y secretarios) no vean mermadas sus retribuciones.


En Justicia se espera una próxima mesa sectorial en cuanto se forme el nuevo equipo de Gobierno donde se tratarán todos estos temas y la vía que van a aplicar para hacer efectivos los recortes. Para el sindicato, es importante que antes de dicha mesa, “la administración vea muestras claras del descontento generalizado que existe entre los funcionarios de Justicia, para que todo esto redunde en una negociación en mejores condiciones”.


Los trabajadores de Justicia aseguran no sentirse culpables de la crisis, y que nunca se han beneficiado en los momentos de vacas gordas, aunque hablan del “despilfarro de otros”.
El paro se llevó a cabo durante quince minutos, entre las 10.00 y las 10.15 horas, sin grandes alardes, sino todo lo contrario, con una discreción total. Además, se realizó en horario del desayuno para que no afectara a la nómina de los trabajadores y no fuera necesario solicitar permiso oficial.