Trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio de Barbate, junto a representantes sindicales de UGT, han vuelto a concentrarse esta semana en la puerta de Consistorio barbateño para pedir “el rescate” del servicio.
Denuncian “el déficit en sus nóminas, jornadas que no se adaptan a los salarios base e impago de las horas complementarias”“La situación de las casi sesenta trabajadoras que prestan el Servicio de Ayuda a Domicilio en Barbate, a pesar de lo necesaria de su labor, sigue siendo precaria”, declaró el secretario general de los Servicios Públicos de UGT, a la vez que pidió “justicia para estas trabajadoras que realizan un trabajo excepcional y se merecen un convenio digno que les proporciones seguridad y estabilidad laboral y económica”.
El colectivo de trabajadoras, según explican, persigue la “municipalización del servicio de Ayuda a Domicilio” ya que “son ya muchos los problemas que venimos sufriendo con la empresa Gerisol y con el Ayuntamiento de Barbate para que se paguen puntualmente las nóminas”.
Además, las empleadas no entienden “por qué el Ayuntamiento de Barbate, administración competente en el asunto, tarda tanto en sacar el servicio a licitación y con una empresa con la que ya no tiene contrato”, contribuyendo a que “el servicio en el municipio siga siendo precario”.
Las trabajadoras se han vuelto a concentrar así para denunciar además “el déficit en sus nóminas, jornadas que no se adaptan a los salarios base e impago de las horas complementarias”; y reclamar “los 14,60 euros que las trabajadoras deben recibir de la Junta de Andalucía”
Finalmente, las afectadas piden al Ayuntamiento y al alcalde, Miguel Molina, que “ponga solución a este problema y no siga tirando balones al aire”, ya que “son muchas las familias barbateñas que dependen de este servicio, tanto por el servicio que ofrecen las profesionales a las personas dependientes, como por suponer un ingreso necesario en sus núcleos familiares”.
La concentración por la Defensa de los Derechos de las trabajadoras de Ayuda a Domicilio finalizó al grito de “si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”.
