La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, rebatió ayer las críticas sobre el aumento de las ventas de la píldora poscoital en las farmacias, que se han quintuplicado en los últimos seis meses, con el argumento de que esto revela que había “una demanda no satisfecha”.

Contestó así a una pregunta de la senadora María del Mar Caballero, del Grupo Mixto, en la que se interesaba por el “alarmante” incremento de ventas en todo el país de esta “bomba hormonal”, con cien veces mayor carga que un anticonceptivo normal, desde que se dispensa sin prescripción médica en las boticas.

Jiménez ha argüido que los datos ofrecidos por el sector no son “oficiales” y ha considerado que es “pronto” para analizar si la liberación de la píldora del día después había logrado alcanzar el objetivo del Gobierno de reducir el número de embarazos no deseados.

“Estimando que ha habido un aumento de las ventas, lo que se pone de manifiesto es que había una demanda no satisfecha, tal y como habíamos detectado”, ha comentado la titular de Sanidad.

Se felicitó, sin embargo, de que en estos cinco meses no se ha detectado “ningún caso de reacción adversa o efectos secundarios dignos de mención”.

La ministra insistió en que aunque este anticonceptivo se suministraba gratuitamente en los servicios sanitarios de muchas comunidades, había “grandes desigualdades” en algunos lugares de España, a la hora de adquirirlo.
Además, justificó la medida en que España debía “igualar el régimen de administración” de este producto al de “la inmensa mayoría de los países de nuestro entorno”.