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Cádiz

"En Cruz Roja aún nos siguen pidiendo ayuda emocional tras la pandemia; eso se ha quedado”

Rosario García Palacios asume la presidencia de Cruz Roja en Andalucía “con mucha ilusión, responsabilidad y respeto” tras el "aprendizaje" al frente de Cádiz

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  • Rosario García Palacios. -

La presidencia provincial de Cruz Roja en Cádiz desde 2018 y la vicepresidencia los tres anteriores, sumadas a las características especiales de la provincia de Cádiz, han sido para Rosario García Palacios (1966) la mejor “escuela” que podía tener para ponerse al frente de esta institución en Andalucía tras la marcha de María del Mar Pageo a la presidencia nacional. Su nombramiento supone un reto que afronta “con mucha ilusión, con mucha responsabilidad y respeto ante la situación que tenemos”, reconoce a VIVA CÁDIZ al otro lado del teléfono esta gaditana de adopción, nacida en Sevilla pero unida desde la infancia a Cádiz. También en la capital estudió diplomatura de Enfermería y Máster en Innovación e Investigación de Cuidados en Salud.

“He estudiado en La Salle, en la Universidad de Cádiz...Mi vinculación con Cádiz es total”, reivindica la nueva presidenta de Cruz Roja en Andalucía, que cuenta con una gran experiencia asistencial, docente, de gestión e investigación, tanto en la Universidad de Cádiz como en instituciones sanitarias a nivel andaluz y nacional. Esto le ha permitido trabajar “desde otra perspectiva, con un enfoque humanitario y una visión integral” a la hora de abordar el problema y “con la persona en el centro de la tensión”. 

Recuerda como si fuera ayer su debut como presidencia provincial. “Empecé con un buen entrenamiento, en 2018, con la llegada masiva migrantes. Vivimos una situación complicada al tener que dar respuesta de forma inmediata a un número de personas importantes en nuestra costa”, apunta, sin pasar por alto las condiciones especiales de esta provincia. “Cádiz es una buena escuela, es muy extensa, no solo por el territorio, sino por su situación geográfica; atendemos a una población con dispersidad de municipios, tenemos dos asambleas provinciales, doce asambleas locales...y en los municipios en los que no hay asamblea local tenemos puntos de actividades, damos respuesta, como hicimos también en la pandemia”, sostiene. Una situación sobrevenida de emergencia que marcó un antes y un después y que todavía condiciona sus asistencias. “Había que dar apoyo emocional día a día a raíz de la pandemia, pero eso se ha quedado. Hay personas y familias que nos siguen demandando esa ayuda emocional. Hay mucha inseguridad, gente que es incapaz de salir de esa situación, y tenemos que darles herramientas para que puedan salir”. 

Los voluntarios, el “corazón” de Cruz Roja

Ningún conflicto bélico, ni situaciones de emergencia ni desastre natural pueden entenderse sin sus voluntarios -41.000 en Andalucía y 5.000 en la provincia- y sus chalecos de la Cruz Roja. “Estos últimos años se han dado  unas situaciones muy difíciles y complejas que no nos podíamos haber imaginado, como la pandemia o la guerra de Ucrania, que ha dejado a muchas personas solicitantes de asilo. Cruz Roja también los atiende”, resalta, poniendo el foco en la labor del voluntariado, sin la que no podría concebirse el trabajo de esta institución.

“Somos una institución de voluntarios, todos los que estamos en órganos de gobierno somos voluntarios. El voluntariado es el corazón de la institución, sino sería imposible”, subraya García, que también pone el acento en la solidaridad de los gaditanos pese a los tiempos complicados que vivimos. “Cádiz ha estado totalmente a la altura (señala para referirse a los últimos acontecimientos). Cádiz es una ciudad solidaria, una provincia solidaria, te sorprende también familias con pocos recursos, que dan lo poco que tienen. A nivel de empresas también, el comportamiento ha sido brutal y se han hecho donaciones importantes bajo el anonimato. Eso también dice mucho de las personas y las empresas que hace esas aportaciones”, explica.

Pese a todo, el adverso contexto actual con la subida de precios y de las hipotecas  sigue haciendo estragos y se materializa en un nuevo perfil de demandante de ayuda a Cruz Roja. “Hay familias y personas con serias dificultades para poder terminar el mes, con necesidades básicas. La subida de precios ha sido importante y también nos ha afectado a instituciones. Donde antes comprábamos tres cosas, ahora compramos dos o una”, precisa.

 Y entre esos usuarios se detiene en un colectivo muy concreto, “las personas en soledad de cualquier tipo de edad”. De hecho, la única “espinita” que se deja en su balance por la presidencia provincial, a lo largo de cinco años de “aprendizaje total” es poner el foco aún más en las personas mayores, con más programas y más iniciativa para paliar la soledad en la ciudad. “Sé que se va a seguir trabajando con las personas mayores, pero queda mucho por hacer en  instituciones y administración para dar una respuesta de calidad acorde a las necesidades”.

 

 

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