En una entrevista con el diario británico The Times, Rowan Williams expresó su apoyo personal a la consagración de obispos gay en la Iglesia de Inglaterra.
No obstante, indicó que nunca aprobaría que un obispo gay mantuviera relaciones homosexuales de forma activa puesto que la tradición requiere que esto clérigos continúen siendo célibes.
Los activistas para la igualdad han criticado que las palabras del arzobispo colocan la unidad de la Iglesia por encima de los derechos de los gays y lesbianas.
Williams señaló que desde su nombramiento como arzobispo de Canterbury en el 2002 había tenido presente que el asunto de la homosexualidad en la Iglesia constituía “una herida en todo el ministerio”.
“No hay ningún problema con que una persona gay sea obispo. Se trata de que tradicionalmente, históricamente,
existen estándares que los clérigos deben observar. Así que siempre sale la pregunta sobre la vida personal del clérigo”, dijo.
El arzobispo de Canterbury también reconoció a ese rotativo que uno de los momentos más duros en sus ocho años en el puesto fue cuando bloqueó el nombramiento del clérigo soltero homosexual Jeffrey John para ocupar el puesto de obispo de Reading.
Con relación a ese hecho, y en declaraciones a ese mismo periódico, el activista por los Derechos Humanos Peter Tatchell tildó al arzobispo de “inconsistente”.
“A sus ojos, la unidad de la Iglesia es más importante que los Derechos Humanos de las lesbianas y los gays”, dijo Tatchell.
Por otro lado, las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos de todas las confesiones se han reunido hoy en la Gran Guardia de la ciudad italiana de Verona para recoger y compartir sus experiencias y han sido convocados a una manifestación para el próximo 31 de octubre ante El Vaticano.
“Será una manifestación internacional e iremos ante el Vaticano para denunciar una vez más estos sucesos que han afectado a víctimas jóvenes y que sólo se empiezan a conocer ahora”, declaró Marco Lodo Rizzini, portavoz de la asociación de víctimas del Instituto “Provol.”
visita del papa a españa
Los hoteleros de Barcelona preven rozar el lleno de sus establecimientos durante la próxima visita del papa Benedicto XVI, un acontecimiento que podría aumentar los precios de los hoteles entre un 15% y un 20%.
El papa Benedicto XVI llegará a Barcelona el próximo 6 de noviembre para consagrar, al día siguiente, el templo de la Sagrada Familia de Barcelona.
Este acontecimiento traerá a Barcelona a muchas personas para ver al santo padre, tanto en viajes organizados por diferentes grupos como por personas que vendrán con la familia o los amigos.
El Gremio de Hoteles de Barcelona prevé que el fin de semana de la visita papal la ocupación de los hoteles se acerque al cien por cien.
Según algunas estimaciones, los precios en los hoteles pueden subir entre un 15% y un 20%, lo que suele ocurrir cuando se celebra un gran acontecimiento en la ciudad y se dispara la demanda de habitaciones, sin que haya un pacto para no aplicar unas tasas abusivas.
