Nono García, extraordinario guitarrista y compositor barbateño, presenta su quinto disco en solitario bajo el sugerente título ‘Viaje a la Breña’, en sincero homenaje al manto de pinos que rodea a su pueblo natal y cuyas raíces se hunden en la inmensa duna que se extiende desde Los Caños de Meca hasta prácticamente Zahara de los Atunes, con el mar como frontera y con la figura recortada del Cabo Espartel al sur.
Jazz, flamenco, ritmos étnicos y rock andaluz de finales de los 70 se entrelazan en el disco como el viento, el mar y la tierra en la propia Breña en un paisaje de leyenda y misterio con los claros y las sombras que sobre la arena proyecta el espléndido pinar. Lo que el mismo denomina “Sonido Breña” es una fusión de músicas que se inspira tanto en el flamenco como en el rock andaluz, el jazz o las músicas de Brasil.
Este disco está publicado de la mano del sello discográfico especializado en jazz Youkali Music. Junto a Nono García están el bajista Joan Masana y el percusionista David León. Pero nadie mejor que Nono para hablarnos de esta maravilla hecha música.
—¿Por qué elegiste el nombre ‘Viaje a La Breña’ para tu último trabajo?
—Porque cuento mi propio viaje vital y quiero entroncar con la filosofía oriental y la filosofía de los indígenas de América. Este nombre lleva mucho tiempo en mi cabeza porque soy partidario de una ‘tribu global’, gracias a Perico Pareja de Barbate, que me inició en los ritos de los indios mejicanos... somos indígenas. Ante la felonía del estado, los pueblos se unen para tener su propio desarrollo ya sea mental, personal y de sentimiento de colectivo.
—¿La Breña te transmite ese ‘viaje’?
—Sí. El parque natural de La Breña es un ejemplo claro. La Breña es un sitio de poder. Según la iconografía de los indios mejicanos, que enseguida te sientes conectado o transportado a la Pachamama (madre tierra). Las personas que van ahí a pasear o hacer deporte...se establece una conexión y te hace sentirte bien, es como un ‘spa’ gratuito, en definitiva un regalo.
—¿El título de tu último trabajo, lo elegiste tú?
—Sí. Quería ser localista sin ser retratista de postal. En el diseño del disco no hay ninguna panorámica. Quiero que sea una panorámica del universo, a través de la teoría panteista de que ‘todo está en todo’.
—¿Háblanos de tu disco?
—Está compuesto por trece canciones, de las cuales 12 son composiciones mías, ‘Bluesette’ es de Toots Thielemans. He recogido en este disco canciones que compuse hace mucho años con otros temas nuevos. Este es mi quinto disco en solitario.
—¿Qué transmite ‘Viaje a La Breña’ en cada una de las canciones y concretamente el tema que lleva el nombre a este disco?
—Es un viaje hacia el interior de cada uno, y encontrar dentro de uno el poder que te ofrece la naturaleza, que en este caso representa La Breña. De las treces canciones, hay dos temas ‘Viaje a la Breña’ y el primer tema ‘Conjuro y deseo’ que es un solo de guitarra, que precisamente intento establecer un sortilegio mágico para limpiar lo malo y se quede lo bueno y que Barbate pueda alcanzar prosperidad. Es decir, romper los maleficios antiguos.
—¿Y la música?
—Es una fusión personal, de la cual he puesto nombre como ‘sonido breña’, ‘músicos piñoneros’...es decir manejamos varios lenguajes musicales entre el flamenco, el jazz, el rock andaluz, el blues...entre otros.
—¿Cómo definirías tu música, y por ende La Breña?
—Flamenco es mi penumbra pero con la radio puesta...y La Breña , es un lugar salvaje cerca del corazón, como atalaya para otear otras ‘Breñas’ , otras torres que también vigilan.
