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Cádiz

"Hay que cambiar de modelo productivo para acabar con el paro"

Entrevista a la concejala de Fomento en Cádiz, Laura Jiménez, que defiende la gestión realizada al frente de una de las delegaciones más difíciles de la ciudad

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Entró en el Ayuntamiento con 28 años y en cuestión de semanas se convertía en la concejala de una de las áreas más complicadas de la ciudad: Fomento y Empleo. Laura Jiménez llegaba con un grado superior de Turismo y la experiencia de haber tenido que buscarse la vida de alguna manera. Ha tocado muchos palos: camarera, recepcionista, guía, azafata…  

En Podemos no prevalece el partido a nivel nacional, como en el PSOE y el PP. Nuestro verdadero partido es Cádiz

Laura, aunque su apariencia no lo vaticine, es tímida y no simpatiza demasiado con las cámaras. Le va mucho mejor el cuerpo a cuerpo, las distancias cortas. Amante del rock, esta joven venía reivindicativa casi desde la cuna, puesto que por parte de su familia paterna  está muy relacionada con el Partido Socialista.

A nivel personal colaboraba con una asociación que se dedica a la inserción laboral de personas con discapacidad diversa, así como ha sido voluntaria para que los vecinos recuperaran los espacios públicos y en los colegios ha trabajado por la sensibilización medioambiental con personas con discapacidades diversas.

Asegura que, como el alcalde, le pone chinchetas al sillón.

¿Cómo empieza su relación con la política?

Lo mío es muy curioso, y aquí incluso me emociono. Recuerdo desde muy pequeña a mi abuelo  que me contaba que su familia vivía en Madrid y mi bisabuelo había tenido relación directa con Pablo Iglesias, el socialista. Mi padre se enfadaba porque me contaba esas cosas siendo tan pequeña. Mi bisabuelo fue condenado tres veces a pena de muerte,. Mi abuelo era currante en astilleros y al ser de izquierdas su familia fue muy perseguida por el franquismo y fue desterrado de Cádiz. Él nos lo contaba para que quede en la memoria, se haga justicia y no se repita, me decía mi abuelo. Mi padre es militante del PSOE  y ha sido activo. Yo he mamado del socialismo. Recuerdo ir con mis padres a muchas manifestaciones a Sevilla con temas agrarios, o al Tireless, donde los niños fuimos disfrazados de ranitas para decir que teníamos que cuidar del medio ambiente, o contra la Base de Rota. Mi madre no ha militado pero me ha inculcado los valores de querer cambiar la realidad y reivindicar el empoderamiento y el feminismo. Venía con esa chispilla pero jamás me habría imaginado siendo concejala o perteneciendo a una institución. Yo no me veía representada por ningún partido y para nada me imaginaba entrar en política. Vengo del 15 M, lo viví en Sevilla, después me vine a Cádiz y vi que iba a ocurrir algo y me acerqué a la primera asamblea y allí me encontré con Teresa, Moisés y muchas caras conocidas y empecé a tener contacto con los compañeros. Sacamos cinco en las Europeas y todos nos sentíamos felices porque habíamos roto el bipartidismo. No tengo apego al cargo, tengo la vocación política, no es una profesión. Yo le pongo chinchetas al sillón como dice el alcalde. Cuando me propusieron las concejalías, lo asumí con muchísima responsabilidad e ilusión.

¿Qué recuerda del 15 de junio de 2015?

Se me eriza la piel al pensar en ese día. Me pasa igual como cuando voy  a un concierto de rock. Lo recuerdo con muchísima ilusión y sentía sobre el hombro esa responsabilidad, Llorábamos de alegría, pero temblábamos. Esa gente confiaba en nosotros. Yo no esperaba esa cantidad de personas, era como toda la gente que había visto en muchas etapas de mi vida. Fue un día muy especial que no olvidaré y cada día lo recuerdo para saber dónde estoy. Tenemos que ser muy leales a la ciudad. Yo no gobierno solo para quien me ha votado, sino por el bien de mi ciudad.

Ya siendo concejala… ¿Cómo fueron sus primeras vivencias?

Recuerdo estar sentada con el alcalde en Alcaldía. Nos repartíamos el trabajo superorganizado Era como papá pato y sus pollitos y ya después volamos del nido. Recuerdo el tema del desahucio de Antonio, con quien sigo en contacto. Recuerdo ese día como un momento muy triste. Llegamos y vimos que no estaban los mecanismos para poder parar eso. No había pasado un mes  y luego ya trabajamos en el protocolo antidesahucios.

Está al cargo del IFEF.

¿Cree que van a poder responder a toda esa esperanza que tenían quienes les votaron?

Asumí mi cargo con mucha responsabilidad, igual que mis compañeros. Trabajamos en un modelo de ciudad que sea más justo. Se han hecho muchas cosas en tres años en vivienda, movilidad, turismo, empleo, asuntos sociales, personas sin hogar y en participación. Antes las puertas estaban muy cerradas, y la participación es de los procesos que más nos gustan. Te encuentras con tu gente y te dicen, constructivamente, qué estás haciendo bien y qué no. Ellos deciden qué quieren para la ciudad. Pero en tres años es muy difícil. Soy una persona muy autocrítica, hay cosas que llegan tarde, pero si gobernáramos otra legislatura más, conseguiríamos más cosas.

¿Y en empleo?

A nivel local puedes poner en marcha planes de empleo que son muy necesarios y que son un colchón, pero cuando terminan, esa gente sigue ahí y ya no tiene nada. Tengo esa responsabilidad a nivel local y ponemos medidas, pero si desde la Junta  y el Gobierno central no ponen medidas, no se puede luchar contra esta lacra, que es un problema estructural en el que llevamos 40 años, desde la reconversión naval. El paro no lo vamos a solucionar con planes de empleo, si no hay un cambio del modelo productivo y se apuesta por sectores estratégicos que son generadores de empleo estable, dignos y no precarios, no podremos hacer nada. Apostamos por las energías renovables y la movilidad sostenible porque genera empleo estable. El turismo se habla como un motor dinamizador, pero también debe velar por el derecho a la ciudad, que haya equilibrio entre quienes nos visitan y los ciudadanos.

¿Costó trabajo cambiar la maquinaria después de los 20 años del PP?

No es tanto los funcionarios que tenemos, que estoy superorgullosa, como que los tiempos burocráticos no acompañan a la gente. Estamos haciendo proyectos que nos están costando. Somos un partido de izquierda, llegamos a un Ayuntamiento endeudado por el PP, de una política que funcionaba a golpe de maza sobre la mesa y nosotros tenemos muy claro que estamos al lado de la gente. No venimos de una política de gastar dinero, de mamotretos o de puentes. Desde mi delegaciones claro que costó. Llegué a empleo y tuve que empezar a construir la casa de nuevo. Los propios trabajadores que tienen que fomentar el empleo estaban en fraude de ley. Llevaban más de 15 años concatenando contratos por obras y servicios.

Destaca que los planes de empleo no acabarán con el paro.

Y ¿se ha avanzado?

Sí muchísimo, pero hay también mucho por hacer. En tres años no da tiempo. Me frustran los tiempos burocráticos que no acompañan.  Ha habido avances con tema de modelo de ciudad y movilidad, y con mucha participación, que la gente no vea la institución como algo ajeno. Son ellos y ellas quienes tienen que decidir y nosotros somos la herramienta. Nos caracteriza también mediar con otras instituciones y administraciones para velar por los intereses de la ciudad

¿Se presentaría a las próximas elecciones?

No lo he pensado, ni meditado, sinceramente. Sigo con la misma ilusión cada día. No sé si me presentaría o no. Tengo la ilusión de seguir, pero no en el cargo, porque yo esté o no esté, seguiré con esa responsabilidad adelante. Hay muchos proyectos que me gustaría finalizarlos. Pero si no continuase en el equipo de Gobierno, estaré contenta porque seguiré militando y luchando por esta ciudad que parece una utopía, pero que sí puede ser real.

¿Cree que van a ganar las elecciones?

Confiamos en que sí, pero la gente ya decidirá. Vemos las buenas vibraciones, queremos seguir con los proyectos. No nos preocupan los terciopelos, sino la gente en la calle

¿Qué sensaciones ve en la calle?

Hay gente que está descontenta, pero muchas otras personas que están contentas con lo que ven. Somos un equipo muy autocrítico, y viendo las necesidades nunca nos sentimos satisfechos. Si no contamos con el apoyo de otras instituciones, hay veces que da la sensación de que es insuficiente porque la problemática que tenemos en la ciudad no depende solo del Ayuntamiento. Y si hay crítica, que sea de manera constructiva. Me gusta que nuestros vecinos y vecinas estén vigilantes.

¿Qué opinión le generan los grupos de la oposición?

En el balance de Cs es difícil de encontrar alguna propuesta constructiva. Siempre repiten que no sabemos gestionar, que no trabajamos, cuando estamos de lunes a domingos las 24 horas. Me faltan horas, he apartado mi vida y mi gente para seguir trabajando. El PP local no asume que no son gobierno, creen que la ciudad les pertenece y están todo el día judicializando. No asumen que no son gobierno. Me provocan un rechazo total y no me dan confianza. El PSOE, al principio, no sabía distinguir lo personal de lo político, chocábamos mucho. Yo respeto mucho al PSOE, pero a nivel local deja mucho que desear. No entiendo esa ‘bipolaridad’. Creo en el socialismo de verdad, tengo a gente muy querida en las filas del PSOE, pero tengo muchos encontronazos. Vengo de un socialismo que tiene a los muertos enterrados en sus cunetas, que era obrero, pero ahora es el de los recortes y las reformas laborales. Estoy en desacuerdo con ellos.  PP y PSOE responden en base a lo que les llega a nivel nacional, y a nosotros no nos podrán decir que no hemos tenido discusiones con nuestro partido, y que nuestro verdadero partido es Cádiz. Tenemos nuestras diferencias, discutimos, debatimos.

¿Qué espinita tiene clavada?               

Con el empleo, que llevemos 40 años de retraso, y que no se cambie el modelo productivo. Necesitamos al resto de administraciones, que apuesten por el cambio de modelo para acabar con la lacra. Nosotros hemos llevado 123 propuestas de la mesa por el empleo, hemos llevado esas alternativas para que se apuesten por otros contratos que no sean barcos de guerra. Es un tema muy doloroso para nosotros porque es muy tramposo el debate, si intentan hacer que recaiga el peso sobre el equipo de Gobierno cuando depende de una estrategia de Estado. También es injusto si se señala a los trabajadores de ser los responsables de las muertes. No valen más unos derechos que otros. Es muy fácil hablar con tu nevera llena, cuando ellos también tienen que llevar un plato a su casa. Tenemos el deber de presentar una alternativa, de ahí las 123 propuestas.

Las críticas que ha recibido desde la oposición, ¿le han molestado?

A mí siempre al ser mujer y joven, igual que a María (Romay),nos ven como que no vamos a estar a la altura del cargo. Que no tenemos experiencia? A lo mejor hay que desaprender lo hecho y entender que existe otra manera de hacer política. Sí sabemos de qué parte estamos, que es de la gente. No molesta pero lo veo injusto, carece de sentido. Tengo constancia de lo que pasa en Cádiz, hablo con mis vecinos, me relaciono con la gente y sigo estando en la calle y he sufrido el paro, con contratos precarios, buscándome la vida, y teniendo que irme fuera para buscármela.

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