La Agencia Espacial Europea (ESA) ha seleccionado el proyecto "UCAnFly", un nanosatélite diseñado por profesores y estudiantes de la Universidad de Cádiz, para convertirse en una realidad y ser lanzado al espacio.
"Es un paso grandísimo", dice a EFE el investigador postdoctoral Ignacio Mateos Martín, que dirige el equipo de "UCAnFly", conformado por 18 estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería, seis investigadores de la Universidad de Cádiz y dos colaboradores externos del CSIC/IEEC y de la Universidad de Oviedo.
Un paso enorme e "inesperado" para un equipo que empezó a trabajar en este proyecto en diciembre de 2018 en una universidad sin experiencias previas en el ámbito del desarrollo de tecnología espacial.
El profesor de la Escuela Superior de Ingeniería Ignacio Mateos Martín decidió aprovechar el "talento" que encontró en la Universidad de Cádiz para participar en el programa "Fly Your Satellite!" (FYS), que organiza la Oficina de Educación de la ESA para acercar la tecnología y las ciencias del espacio a las universidades mediante el desarrollo y lanzamiento de un nanosatélite.
Ignacio Mateos Martín y ocho estudiantes comenzaron entonces a diseñar el nanosatélite "UCAnFly", un proyecto que se ha abierto paso dentro del programa educacional de la ESA.
Superaron una selección inicial de todos los proyectos presentados por universidades europeas y canadienses y se convirtió en uno de los siete, y el único español, que pasó a la final, celebrada en diciembre de 2019 en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial de la ESA en Holanda, compitiendo con otros procedentes de Finlandia, Austria, Grecia, Suecia, Alemania y Reino Unido.
Allí un grupo de catorce expertos seleccionó "UCAnFly", junto a otros dos proyectos de universidades de Thessaloniki (Grecia) y Stuttgart (Alemania), para formar parte del programa FYS.
"Había un nivel altísimo, proyectos de universidades europeas con mucha experiencia previa. Nuestro fuerte era la idea", asegura el profesor.
Su idea era crear un nanosatélite para probar tecnologías emergentes para detectores espaciales de ondas gravitacionales, como la misión LISA de la ESA, con un nuevo tipo de sensores para estudiar los campos magnéticos en el espacio y su efecto sobre el satélite.
Se trata de un ámbito "muy útil para muchas misiones" espaciales, explica el director del proyecto.
A "UCAnFly" le queda un exigente camino hasta que en, previsiblemente, unos tres años sea una realidad y esté en el espacio, convertido en el primer nanosatélite andaluz.
Ya dentro del programa de la ESA, "como toda misión espacial convencional", pasará ahora por distintas fases para ultimar su diseño y construcción, realizar pruebas de laboratorio, validar su resistencia ambiental a las condiciones del espacio y estar listo para su lanzamiento.
Será apenas un cubo de diez centímetros y aproximadamente de un kilo de peso que se alimentará con paneles solares y llevará a bordo, además de toda una serie de sistemas electrónicos y de comunicación para enviar datos a Tierra, los sensores magnéticos que se han implementado para este proyecto.
Un cohete lo llevará a la Estación Espacial Internacional, desde la que los astronautas lo pondrán en órbita a unos 400 kilómetros de altura sobre la superficie del nivel del mar.
Se estima que estará en órbita un año, hasta que después la presión solar lo empuje hacia la Tierra, entre en la Atmósfera y se desintegre, siguiendo el objetivo de los nanosatélites de no crear basura espacial.
"Ir de la mano de la Agencia Espacial Europea supone un prestigio muy grande para la Universidad de Cádiz. Lo mejor es el aprendizaje para los estudiantes y profesores, el conocimiento que se va a quedar en nuestra universidad. Eso nos va a abrir muchas puertas para proyectos futuros, y de hecho nos las está abriendo ya", dice el profesor.