El tiempo en: Vejer

Campo de Gibraltar

Moreno Bonilla: “Con el PP, el proyecto de la Ciudad de la Justicia volverá a la zona de La Inmaculada"

"Con el PSOE el paro en Algeciras subía una media de 2.000 personas al año; con el PP y Landaluce baja mil personas al año". La rebaja del impuesto de sucesiones evitaría el éxodo fiscal

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Cargando el reproductor....

Convencido de que su proyecto puede ganar las elecciones autonómicas y que el PP es el único partido que puede cambiar Andalucía y terminar con la corrupción, el líder del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, habla de su proyecto político, de sus propuestas para reactivar una comunidad en la que el PSOE es la primera causa de sus problemas. y Susana Díaz, un ejemplo de soberbia y altivez.

El 1 de marzo se cumple un año de su proclamación como líder del PP-A, cuando dijo tener la convicción de que ganarían las elecciones en 2016. ¿Sigue convencido de esa afirmación?
–Absolutamente. Andalucía se merece otra manera de gobernar, otro estilo y otra Andalucía es posible. Y si ganamos hace tres años, ¿por qué no lo vamos a reeditar?
Ha dicho que sin este adelanto electoral, el PP hubiera ganado.
–Nuestro objetivo fundamental es ganar y todas las encuestas dicen que va a estar muy abierto. Hay posibilidades de ganar y de gobernar. Pero es cierto que condiciona el adelanto que la señora Díaz ha preferido por tacticismo político, más pensando en el adversario político, en darle menos tiempo para desarrollar el programa y dar a conocer el proyecto. Pero las cuentas le van a salir mal.
Para ese tanto por ciento que dicen las encuestas que no lo conocen, ¿cómo se presenta?
–Como un andaluz común, con una enorme inquietud política y un gran compromiso público muy fuerte desde pequeño, porque siempre me han dolido mucho los tópicos sobre los andaluces y porque creo que podemos ser los primeros. Y eso me ha llevado a liderar un proyecto político regenerador para cambiar tantas cosas que no funcionan en esta tierra después de 30 años de gobierno socialista. 
¿Por qué cree que Andalucía ocupa las últimas posiciones?
–PSOE, esa es la respuesta. En el 82 había comunidades con índices muy parecidos, 32 años después, todas han avanzado y en Andalucía, a pesar de los fondos recibidos, no hemos mejorado por aplicar políticas que no son las correctas, que han ampliado las desigualdades, y por un gobierno que no ha sido capaz de aprovechar las oportunidades.
Nació en Cataluña, de donde retornaron sus padres, que son comerciantes, y su familia también es jornalera. ¿Qué tiene de esas dos Andalucías?
—Los andaluces somos fruto de ese mestizaje, como yo. Cierto que tengo esos antecedentes pero los andaluces son personas trabajadoras, sacrificadas y leales. Tengo esas dos mezclas, de la Andalucía capaz, valiente, orgullosa y ambiciosa. Y podemos mejorar Andalucía quitando los obstáculos y el principal es el Gobierno socialista de la Junta.
Parándonos en esa Andalucía jornalera, ¿cuál es su modelo?
—Creo en el campo, es un gran elemento de transformación y de empleo pero somos los que menos valor añadido sacamos. Quiero copiar el modelo que deja más recursos y empleo, dando una dimensión amplia a cada sector, la Junta tiene que ayudar a abrir nuevos canales de comercialización, e incorporar innovación y desarrollo. Tenemos mucho que ofrecer a ese valor añadido y el campo tendrá un lugar en primera línea de mi Gobierno. 
Plantea una rebaja fiscal y el fin del impuesto de Sucesiones. ¿Cómo compensaría la merma de ingresos?
–Somos un partido de Gobierno y no como otros, que no gobiernan y pueden prometer lo que quieran, de modo que pensamos y meditamos cualquier propuesta. Y la del impuesto de sucesiones es viable, bajar el primer año un cuarto, el segundo llegar a un 50%, el tercero al 75% y se quedaría al 99%, pero evitaría el éxodo fiscal de los que se van a tributar a otras comunidades.
Es decir, que habría más ganancias al evitar ese éxodo...
–Los impuestos lo que hacen es que nuestra tierra no sea atractiva para la inversión, tenemos que evitar la fuga de ingresos financieros. Al final ganamos más que perdemos.
Y le suma una rebaja fiscal
—Hay que incentivar el consumo. Planteamos una rebaja de dos puntos del tramo autonómico para que las rentas medias y bajas puedan ahorrar una media de 400 a 450 euros, que pueden gastárselo dinamizando el consumo, así la economía coge vigor. Queremos hacer lo que hacen otras comunidades, ¿por qué somos los que más pagamos si no recibimos los mejores servicios?  
Hablando de servicios y de sanidad, ¿cómo la gestionaría?
–Es un modelo muy mal gestionado, le ha faltado previsión, planificación y hablar con los profesionales. Tenemos una deuda galopante y a los profesionales absolutamente quemados y con razón, con una enorme inestabilidad. Tenemos un sistema público de salud agotado por el modelo de gestión socialista y hay luces rojas encendiéndose. Hay que reorientar el mapa sanitario, abrir los centros acabados, dar equilibrio en las cuentas con eficiencia en la gestión, que los profesionales puedan evaluar y participar, y, sobre todo, que no prime la política en los cuadros intermedios. 
¿Desde lo público?
–Aquí no va a haber privatizaciones, en el actual modelo socialista conviven modelos mixtos, externalizados y públicos, pero lo que necesitamos es colaboración para mantener un servicio público, gratuito y universal. Lo que hay que parar son las fusiones hospitalarias y los recortes, que Susana Díaz nunca habla de ellos pero ha recortado 2.500 millones y ha expulsado a casi 8.000 profesionales . Habrá que quitar gastos superfluos y llevarlos a sanidad y educación. 
Ha hablado, en educación, de sacar a los políticos de la gestión.
–Los docentes te dicen que hay una excesiva intervención de lo político en los planes y los inspectores están más en el gasto que en otra cosa. El problema es la falta de medios y hay que meter más recursos, contar con los profesionales y darles la autoridad pública.  
¿Habrá oferta de empleo?
–A veces sí. 
Lo digo porque nació el 1 de mayo y quizás esté llamado a terminar con esa lacra...
–No lo había pensado pero quizás. Yo me pregunto, ¿qué tienen otros que no tengamos nosotros? No hay ninguna diferencia, lo que no tenemos son las políticas necesarias. Andalucía no es atractiva por presión fiscal, burocracia administrativa, enredo de disposiciones normativas y tenemos achicharrada la marca Andalucía por la corrupción. Hay que romper con eso, hay que erradicar la corrupción y no puede hacerlo el que lleva 30 años, sólo se puede hacer con un gobierno nuevo.  
¿Cómo acabaría con la corrupción?
–Con un gobierno y un equipo nuevo. Si Díaz lo primero que hace es aforar a los que están señalados, es que no tiene interés. Se necesita mucha transparencia, con interventores que fiscalicen las cuentas, una ley de subvenciones que sepamos a dónde ha ido el último euro público, evaluación de las inversiones públicas para reorientarlas si no funcionan. Y la corrupción pasará a la historia. 
¿Es partidario de crear empleo a golpe de decreto?
–Sólo para sectores muy específicos pero el resto, hay que crear oportunidades, dinamismo, que la Junta deje de ser un obstáculo y sea un motor económico. Podemos seguir prosperando, aquí hay más talento y diversidad que nos hace competitivo. Mientras siga llegando sólo el 1% de las inversiones, no vamos a avanzar. 
Le hemos escuchado decir, y en eso coincide con IU, que Susana Díaz no es de fiar pero le ha ofrecido un pacto de gobernabilidad para que Podemos no llegue al poder.
–Yo pongo por delante los intereses de Andalucía a los de partido y Andalucía lo que necesita es estabilidad institucional y política. Estaba dispuesto a apoyarla en los presupuestos. Pero a partir del 22 de marzo, voy a ganar las elecciones. Y si tengo la bicicleta y alguien puede pedalear conmigo, veremos. Pero me niego a darle un cheque en blanco a un partido que nos ha llevado a donde estamos. 
Espera ganar aunque sea con un voto de diferencia y Podemos lo que dice es que el PP es su adversario. ¿Para usted también?
–No. Es un adversario ideológico pero creo que nos generaría más inestabilidad.  
¿No lo subiría al tándem?
–Para nada, no hay puntos de encuentro de lo poco que conozco. Lo que quiero es gobernar y necesito ganar. Si gano, aunque sea con un voto, voy a gobernar. De lo que estoy convencido es que el PSOE pactaría con quien tuviera que pactar y si tiene que abrirle las puertas a Podemos, lo hará. 
¿Y Ciudadanos?
–Emergente y muy ajena a la realidad andaluza. Pero sólo hay dos partidos que pueden gobernar Andalucía y una fuerza minoritaria que araña votos sólo dificulta las posibilidades de cambio, que sólo representa el PP. Pero al votante del PP le pido que conozca el ideario de Ciudadanos, más en el centro izquierda. El voto útil, práctico y de cambio, es el PP. 
¿Y si no llegase a gobernar, aunque usted no lo contemple?
–Mi referencia es gobernar pero si no, seguiría trabajando por los andaluces y para que se produjera el cambio y que el PP sea una fuerza centrada, coherente y sensata frente a aventuras ideológicas. 
Al hablar de un gobierno centrado, ¿se puede entender que reniegan de su ideología?
–Somos una fuerza mayoritaria y necesitamos generar una amplia mayoría, es un gran proyecto donde cabe todo el mundo. No somos un partido de izquierda ni radical, pero sí sensato, plural y capaz de convocar a la mayoría. 
¿Da por perdido el cara a cara con Susana Díaz?
–Sí, ha querido evitar el cara a cara con cualquier treta para que no sea vea que es mucho márketing y no debatir de ideas y programas. Al final se ha conseguido un debate a tres, en el que intentaremos desenmascarar su política de artificios. 
El Campo de Gibraltar cuenta con el segundo polo industrial más importante de Andalucía y el puerto con mayores tráficos de España. Sin embargo, el desempleo creció en el primer mes del año un 2,34%, por encima de la media provincial y en una evolución opuesta al del resto del país. Caso de acceder al gobierno autonómico, ¿Qué soluciones aportaría para revertir esta situación?
–La realidad es que con el Gobierno del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Algeciras, el paro subía en ese municipio una media de 2.000 personas al año. Con un Gobierno del Partido Popular, de la mano de José Ignacio Landaluce, el paro desciende 1.000 personas al año. 
Existen dos piezas claves sobre este asunto. En primer lugar, la aplicación correcta de las Políticas Activas de Empleo, cuya responsabilidad es autonómica. En Algeciras, como cabecera de la comarca del Campo de Gibraltar, la ausencia de talleres o cursos de formación hacen que las salidas laborales sean aún más complicadas.  La Junta se jacta de su dedicación a estas políticas, pero la realidad, y pongo a Algeciras de nuevo como ejemplo, es su Ayuntamiento el que viene sufragando la gran parte del coste de estos planes. 
Y por otra parte, el polo industrial y el puerto de Algeciras, son, efectivamente, piezas claves en la economía no sólo comarcal, provincia o autonómica, sino también a nivel nacional. El problema estriba en que el Campo de Gibraltar ha sido uno de esos “grandes olvidados” por los sucesivos gobiernos socialistas. Y todo ello deriva en la necesidad de continuar impulsando el desarrollo de la línea férrea Algeciras-Bobadilla. Después de años en el olvido, ha sido el Gobierno del Partido Popular el que ha comenzado a dar pasos en firme para su consecución. 
La Ciudad de la Justicia en Algeciras fue uno de los caballos de batalla de los sucesivos gobiernos socialistas de cara a las últimas autonómicas. Ahora, ocho años después, la Junta se conforma con unificar varias sedes judiciales en un edificio ya existente con una reforma millonaria, permaneciendo los juzgados de Instrucción y Primera Instancia, lo Social y el Registro Civil en una sede diferente. ¿Apostarán ustedes por retomar la idea inicial o también la consideran inviable?
–La Ciudad de la Justicia es uno de los grandes engaños del Partido Socialista en Algeciras. Después de mucho tiempo pidiendo la Junta al Ayuntamiento unos terrenos adecuados, se le cedió una magnífica parcela. Una vez cedida, la Junta estimó que no era suficiente la edificabilidad de la misma. El Ayuntamiento incrementó su edificabilidad.  Pero tampoco le valió. Pidieron espacio en el nuevo edificio que Zona Franca construye en Algeciras. Se paralizó el proyecto para su adaptación a tal uso. Tampoco sirvió. Después se barajó la posibilidad de albergarla en el antiguo Hotel Anglo-Hispano. También quedó en el olvido. Ahora hablan de una reforma del inmueble que alberga la Sección de la Audiencia Provincial de Cádiz en Algeciras, algo que, habida cuenta del devenir de los acontecimientos, tampoco podemos creer. 
Si gobierna el PP, el proyecto inicial, en la parcela cercana al Colegio La Inmaculada, volverá a ser retomado para dotar a Algeciras y la comarca del Campo de Gibraltar de un referente en la Administración de Justicia que sustituya a las obsoletas dependencias actuales.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN