Verdemar-Ecologistas en Acción ha informado de la puesta en marcha de la campaña contra la contaminación ambiental 'Duele#Respirar', a la que se han sumado numerosos vecinos del Campo de Gibraltar en los núcleos poblacionales cercanos al polígono industrial pesado, como Puente Mayorga y Guadarranque.
Así, según ha explicado a Europa Press Raquel Ñeco, de Verdemar-Ecologistas en Acción, numerosos vecinos de la zona han colgado en sus balcones y ventanas pancartas con el lema de este campaña "para visibilizar el problema" y protestar ante la "inacción de las administraciones".
El colectivo ecologista ha animado a los ciudadanos del arco de la Bahía de Algeciras a seguir sumándose a esta campaña colocando el lema en sus ventanas, ya que al problema de que "literalmente no se puede respirar" en la zona se suman otros como "el ruido insoportable que hacen algunas industrias por las noches impidiendo descansar a los vecinos".
Desde Verdemar-Ecologistas en Acción han recordado que han denunciado ante la Unión Europea (UE) que las medidas que la Junta de Andalucía establece en la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire fija y móvil "no funcionan en el Campo de Gibraltar".
Según han señalado, la contaminación atmosférica es "uno de los principales problemas ambientales en el Campo de Gibraltar", agregando que los vecinos de zonas como La Estación de San Roque, Puente Mayorga o Campamento "están sufriendo episodios en los que el aire se vuelve irrespirables". Por su parte, localidades como La Línea de la Concepción, Los Barrios y Algeciras "dependen de los vientos".
Verdemar ha asegurado que "en los aledaños del cinturón industrial", los vecinos no pueden en ocasiones "ni abrir las ventanas", por lo que llaman al 112 y, después de activarse el protocolo de actuación, "sólo se termina rellenando la documentación pertinente".
Por ello, la organización ecologista ha puesto en marcha esta nueva campaña para hacer frente a la situación, debido a su "incidencia directa en la salud humana".
Ha argumentado Verdemar que las administraciones responsables han desarrollado normativa tanto para lograr la reducción de las emisiones como para disminuir los niveles de contaminantes permitidos en el aire, aunque "no la cumplen".
Por ello, ha explicado que los ciudadanos terminan acudiendo a los ecologistas porque "la Administración no funciona" y, por tanto, "los olores, contaminación acústica o escapes de compuestos orgánicos volátiles esporádicos no son controlados por la red de vigilancia de la Administración".
Según su punto de vista, los datos registrados en las estaciones de medida de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire de la Consejería de Medio Ambiente "no son reales", ya que "las estaciones están mal situadas, no miden todos los parámetros y están obsoletas".