El alcalde de Los Barrios, Jorge Romero, ha confirmado que el Ayuntamiento está estudiando implantar la identificación genética de los perros con la que identificar al titular del animal cuyas heces estén abandonadas en la calle. El primer edil junto a la delegada de Sanidad, Carmen Roldán, han mantenido una reunión con una empresa que ha desarrollado este proyecto en otras ciudades de nuestro país.
La creación de ese registro de ADN canino, así como la obligatoriedad de cualquier propietario de un perro residente el municipio de someterse al análisis genético del excremento de su animal, estará regulada mediante la actual ordenanza. “Es una reivindicación de muchos ciudadanos con respecto a los excrementos de los perros. Algunos propietarios de estos animales no respetan las normas y vamos a tomar esta modificación de la ordenanza para crear un nuevo censo de ADN; también las sanciones van aumentar y recaerá sobre los propietarios. Esperamos que para enero llevemos la modificación de la ordenanza a Pleno y tener de esta manera un pueblo más limpio y libre de heces de perros”.
Los propietarios tendrán que asumir el análisis de ADN de su perro, que es sólo una vez en la vida del animal, al igual que lo hacen con el chip.
Romero ha destacado que “el procedimiento será tomar una muestra del excremento abandonado, previo aviso de la empresa concesionaria del servicio de limpieza. Esta muestra será después analizada y cotejada con el registro de ADN. Los perros a los que se les haga esa analítica llevarán una placa identificativa que será obligatoria para poder ir por la vía pública y, en caso contrario, se sancionará a su propietario", ha indicado.
La delegada de Sanidad, Carmen Roldán, ha señalado que esta nueva edida "permitirá solucionar definitivamente el problema que hay nuestras calles de heces de perros, para acabar con la falta de respeto hacia los demás de algunos propietarios de perros que no recogen las heces de sus mascotas".
La nueva ordenanza contemplará como obligatorio la identificación de los perros a través de estas analíticas y se emitirá una chapa identificativa que permitirá que vayan por la vía pública.
"Cuando un dueño no recoja las deposiciones en la vía pública, en colaboración con la empresa concesionaria del servicio de limpieza, se tomará una muestra que será analizada y así se podrá saber quién es el infractor a quien se le sancionará”, añade Roldán.
A día de hoy hay alrededor de 11.000 mascotas en la ciudad, animales a los que un veterinario extraerá una muestra y esta se enviará a la empresa de ADN que confeccionará la base de datos de los animales, y que analizará las heces que le haga llegar el Ayuntamiento para identificar al perro que la ha expulsado, y por tanto al propietario infractor.