El pasado mes de mayo una vecina de La Línea solicitó en el Ayuntamiento una plaza de aparcamiento para discapacitados junto al Colegio Gibraltar. Su hijo tiene autismo infantil y una discapacidad reconocida del 51%.
Tras la espera, consiguió la ansiada plaza, con una limitación horaria de 8.45 a 14.30 horas. El tiempo que necesita para llevar y recoger a diario al pequeño, de 10 años. "Nunca me han respetado la plaza, a pesar de que en la señalización vertical viene la matrícula de mi coche", lamenta.
El problema se ha agravado porque hace un par de semanas se encontró la señal con una pintada que impide ver la matrícula y en el poste han escrito la palabra "xivata".
Ante esta situación contactó con el Ayuntamiento. "Enviaron a la Policía Local, que vino, tomó fotos, y realizó un informe". Desde entonces no ha vuelto a saber nada, pero le preocupa no poder aparcar junto al colegio, por los problemas relacionales que tiene su hijo. "Lo peor de todo será cuando empiece a llover. Mi hijo no tolera los paraguas. El sonido de la lluvia lo altera muchísimo, se pone muy nervioso, tira el paraguas, grita, llora...", explica esta madre muy preocupada por los episodios que no duda que vaya a tener que sufrir el pequeño.
Incivismo
Ya antes incluso de que pintaran la señal tenía problemas. "Solo he podido utilizar la plaza de aparcamiento dos veces en lo que llevamos de curso. La gente aparca sin respetarla. Incluso un conductor tuvo la poca vergüenza de mandarme a dar una vuelta cuando le dije que ese aparcamiento estaba asignado a mi coche".
Argumenta que el problema es que en el Colegio Gibraltar no hay presencia de la Policía Local en el horario de entrada y salida al centro. "Me dicen que no hay agentes. Pero en este colegio hay un niño, mi hijo, que es gran dependiente, mientras que en otros no hay niños con problemas y están los policías solo para controlar los pasos de peatones".