La delegada municipal de Mujer, Pepa Vela; el delegado municipal de Juventud, José Alberto Cruz, y el representante de la empresa encargada de llevar a cabo el proyecto, José Manuel García, han presentado El Rincón de la Salud, una iniciativa que por decimoctavo año consecutivo se pone en marcha en los centros educativos de la cuidad. Estos rincones comenzaron el pasado 11 de enero, se desarrollarán hasta el 3 de junio y está destinada a ayudar a los jóvenes de la ciudad.
Este programa es un recurso que se pone a disposición de los centros educativos del Secundaria y Bachillerato de la localidad y que año tras año se ha ganado la confianza y el respeto tanto del alumnado como del profesorado, madres y padres. “Además, se ha convertido en un referente para los profesionales de los distintos centros y los chicos y chicas que acuden a este espacio para aclarar dudas o exponer preocupaciones”, ha destacado la delegada de Mujer. Las cifras hablan por si solas, ya que el curso pasado fueron atendidas un total de 1.027 consultas de forma individual, gracias a las cuales se hicieron derivaciones a la Delegación de Mujer. Además, 1375 alumnos fueron atendidos en el programa destinado a las aulas en general. Estas consultas han servido para detectar algunos casos de violencia de género.
Hay que destacar que se ponen en marcha un total de once rincones semanales, en sesiones de dos horas cada uno de ellos. Se tratan de sesiones individuales o por parejas de carácter privado y consentidas y autorizadas por los equipos educativos de los centros. Además, cuando existe alguna problemática generalizada en el centro a petición del equipo docente este rincón se desplaza al aula.
“El Rincón de la Salud es una potente herramienta que nos permite ir profundizando en la prevención de las desigualdades y atender los micromachismos desde sus inicios, así como detectar los efectos negativos de la violencia masculina en la gente joven. En los últimos años han sido muchos los casos de acoso escolar, ciberbullying, violencia entre iguales, pero también se han detectado casos de relaciones de alto riesgo y desigualdad en parejas”, ha explicado Pepa Vela. Aprender a detectar estas situaciones y relaciones se hace fundamental a estas edades y en estos espacios de convivencia, de ahí la importancia que ha tenido y sigue teniendo esta iniciativa a lo largo de los años.
El delegado municipal de Juventud, José Alberto Cruz, ha destacado que desde sus inicios, los principales temas que han preocupado a adolescentes y jóvenes de Chiclana han sido cuestiones relacionadas con “la sexualidad, mitos e ideas erróneas, además de temas relacionados con las relaciones de pareja, relaciones entre iguales, imagen y salud, trastornos de la conducta alimenticia, alcohol, tabaco, cánnabis, redes sociales o resolución de conflictos. Por ello, los años de trabajo con el colectivo de adolescentes en el Rincón de la Salud pone de manifiesto la necesidad de trabajar con estos chicos y chicas, así como la importancia de la autoestima, el respeto o la igualdad”.
Es muy importante trabajar en edades tempranas las problemáticas transversales que se originan en la población juvenil, con el objetivo de poder derivar a las distintas áreas que permitan abordar aquellas situaciones de mayor vulnerabilidad de una forma más específica. “Éstas son las premisas que un año más hacen que El Rincón de la Salud sea un punto de referencia para jóvenes, educadores, padres y madres, porque es es una herramienta para los equipos profesionales de juventud, servicios sociales y mujer y porque facilita una red de apoyo entre los distintos profesionales”, ha destacado el delegado de Juventud.
Además, José Manuel García ha hecho hincapié en el hecho de que Chiclana fue pionera en Andalucía hace 18 años en poner en marcha esta iniciativa y “a día de hoy, es el único municipio de Andalucía en el que todos sus centros educativos están dentro de este programa. Lo significativo es que son los propios centros los que ya demandan a principio de curso estos rincones, porque cubre las necesidades de aquellos alumnos que necesitan confiar en alguien más allá de su casa o del profesorado”. También ha destacado que este trabajo requiere de una coordinación entre orientadores, profesores y padres, teniendo que intervenir en casos graves las delegaciones de Mujer o Servicios Sociales o, incluso, fiscalía en algunos casos.