Bajo el eslogan 'Todos podemos salvar vidas', la Asociación Corazones Sin Fronteras, presidida en Cádiz por Francisco Olmo, quiere sacar adelante un proyecto para hacer de Chiclana una Ciudad Cardioprotegida. El Partido Popular de Chiclana recoge el guante lanzado por tal colectivo y colaborará para poner en marcha dicho proyecto a través de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
Esta semana la concejala del Partido Popular Carmen Baena ha mantenido un encuentro con Olmo para trabajar en "un proyecto muy ambicioso". La idea es que nazca en Chiclana y luego se expanda por toda Andalucía.
"El objetivo es conseguir ciudades cardioprotegidas. En España se dan más de 30.000 muertes súbitas al año, unas 100 al día y una cada 15 minutos. Esto equivale a un accidente de un avión con 280 pasajeros fallecidos cada tres días. En comparación con otro tipo de situaciones drásticas, el volumen de fallecidos por tal causa es abrumador", afirma Baena.
En países como Japón se cuenta con algo más de 30 desfibriladores por cada 10.000 habitantes. En los países nórdicos el número llega a 18. En Francia, Inglaterra y Alemania son 13. En España apenas llegamos a los 4 desfibriladores por cada 10.000 habitantes.
Lo mismo se puede decir a la hora de hablar de formación en Reanimación CardioPulmonar (RCP). En países como Suecia, Dinamarca o Japón, cuentan con más del 90% de la población formada. En países como Dinamarca es obligatorio formar en edad escolar sobre el uso de los desfibriladores. En España la población formada no llega al 20% "y todavía parece que no tomamos conciencia de la magnitud de este problema", lamenta la edil.
"La Reanimación CardioPulmonar debe conocerse, pues cada minuto que pasa las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10%. Al cabo de 10 minutos prácticamente no puede hacerse nada. La RCP debe empezarse cuanto antes, siempre con anterioridad a los tres minutos de una parada cardiorespiratoria", subraya.
La meta de este proyecto que nace ahora es clara. "Tenemos la necesidad de que los ayuntamientos apuesten por tener ciudades cardioprotegidas, para proteger a la población. Necesitamos que se implante la instalación de desfibriladores, que se forme a la población y contar con voluntarios, para que toda la sociedad esté concienciada y sepa usar los desfibriladores. Es fundamental contar con desfibriladores semiautomáticos en centros de mayores, asociaciones de vecinos, centros educativos públicos... y que la población conozca su uso, para lo que es esencial contar con un proyecto de formación", concluye Carmen Baena.