El alcalde de Córdoba, José María Bellido, y el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Miguel Ángel Torrico, han informado este miércoles sobre el inicio de obras de la primera fase del Convento de Regina Coeli, con un presupuesto de 1,2 millones de euros y un plazo de ejecución de unos once meses, para "consolidar toda la estructura del edificio y recuperar algunos elementos", como el artesonado mudéjar, de 1729, y pinturas ocultas en la iglesia, que es del siglo XVI, así como la portada gótica original.
En declaraciones a los periodistas, junto a los técnicos de la Gerencia de Urbanismo, el regidor ha elogiado que "se recupera un importante edificio histórico para la ciudad", de modo que "se va a redescubrir una joya patrimonial, un edificio que data de 1499, con diversas actuaciones a lo largo del tiempo y que ahora mismo está en un estado ruinoso, absolutamente abandonado".
En este sentido, Bellido ha explicado que una vez culminada esta primera fase seguirá una segunda, con 2,5 millones de euros, pendiente de actualización, para la recuperación del convento, la instalación de un ascensor y una escalera para el coro y hacer un parque arqueológico, con el objetivo de "tener un uso cultural y también turístico", al estilo de otras salas culturales, como Orive, después de las décadas que han pasado, con recuperaciones puntuales, pero sin "una actuación integral como la que está prevista ahora", ha asegurado.
Además, se realizarán trabajos de consolidación y restauración de una fuente y se recupera una escalera de caracol de acceso al coro. Las vigas metálicas que recorren la nave central, a media altura, "no tienen nada que ver con la obra original", dado que "son de uno de los usos que tuvo la iglesia", ha explicado Rosa Lara, de Urbanismo, quien ha detallado que "tanto la iglesia como el convento fueron muy importantes para este barrio, porque tras la desamortización, el convento fue utilizado como casa de vecinos y la iglesia tuvo múltiples usos", como "secadero de tocino, fábrica de monedas falsas, fábrica de cera, tuvo un teatro y una bodega", entre otros usos citados.
Según ha añadido, "a mediados de los años 1950 pasó a manos del Estado y luego, en los años 1980, al Ayuntamiento". En los años 1990 se realizó una primera intervención con Rafael García Castejón, con "la reparación de la primera crujía que daba hacia la Plaza de Regina, que estaba absolutamente arruinada", ha comentado Lara, entre otros aspectos.
Mientras, Torrico ha valorado que "se empiece a abordar hoy la rehabilitación de un espacio tan histórico para la ciudad como éste" después de "muchos años de abandono", de manera que "por fin se le va a dar un uso de cara a la ciudad".