El comisario que llevó el grueso de la investigación de la desaparición de los niños Ruth y José, supuestamente asesinados por su padre, José Bretón, declara este martes ante el Tribunal del Jurado y el magistrado Pedro Vela, además de estar citados otros seis agentes de la Policía Nacional que estuvieron con el acusado días después del 8 de octubre de 2011, fecha de autos.
En concreto, el comisario y jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Serafín Castro, se hizo cargo de la investigación, con agentes llegados desde Madrid, antes de que se cumpliera una semana de los hechos y en este caso apartaran al comisario de la Policía Judicial en la Jefatura Superior de Sevilla Manuel Piedrabuena, quien también se hizo cargo del caso de Marta del Castillo y está citado a declarar en el juicio a Bretón el próximo lunes.
En este sentido, los agentes de la UDEV rastrearon en numerosas ocasiones la finca familiar de Las Quemadillas y las zonas aledañas, como el río Guadalquivir y pozos y alcantarillas, si bien no hallaron pistas sobre el paradero de los pequeños durante cerca de un año de trabajo. Así, en agosto de 2012 los forenses certificaron que los restos óseos encontrados en la hoguera de la finca en los primeros días de búsqueda supuestamente son de Ruth y José.
Mientras, este lunes una agente policial que ejerció de auxiliar para la forense de la Policía Nacional Josefina Lamas ha relatado que dicha perito cuando realizaba las pruebas de los restos óseos hallados en la hoguera descartaba restos que eran de animales, "de algún roedor o gato", según los comentarios que le escuchaba a ella, de quien la agente recuerda que delante suya "no dijo que fueran humanos".
Además, varias personas que se encontraban en el Parque Cruz Conde de Córdoba y zonas aledañas en la tarde del 8 de octubre de 2011, cuando supuestamente desaparecieron los niños Ruth y José, han asegurado que vieron al padre de los mismos, José Bretón, pero no a los pequeños, al tiempo que han precisado que el acusado "no estaba nervioso" y su relación no era "normal" para la de un progenitor que pierde a sus hijos.
Igualmente, algunos policías que estuvieron en el parque y participaron en la búsqueda han declarado ante el juez y el Tribunal del Jurado que el procesado "estaba muy tranquilo" y su comportamiento "no era normal", puesto que un padre que pierde a sus hijos "tendría un ataque de ansiedad"; al tiempo que algunas personas que estaban cerca de la finca en el día de los hechos han comentado que no vieron ninguna columna de humo, aunque sí han precisado que percibieron un olor "muy desagradable", que no habían olido en su vida y que era distinto al de quemar madera, pero no de carne asando. Todo ello entre las 15,00 y las 17,00 horas del día 8.