Las restricciones de la movilidad en los municipios de Córdoba condicionan unos días que arrojarán pérdidas para sectores como el turismo y la restauración.
Si el puente del Pilar fue un balón de oxígeno para el turismo en Córdoba, se acerca uno aún mejor en cuanto a fechas pero desastroso para la economía de la provincia.
El sector de la hostelería estima pérdidas de entre el 65 y el 70%, a lo cual hay que sumar que se queda incluso sin comidas de empresa que ya deberían estar celebrándose hasta mediados de diciembre.
La alternativa en estos casos se está centrando en salir a la calle al mediodía para disfrutar de los bares y restaurantes hasta antes de las seis de la tarde, hora en la que deben cerrar por las limitaciones en su actividad impuestas por el Gobierno andaluz.
También están pasando por una difícil situación las agencias de viajes, hoteles y alojamientos de Córdoba. De hecho, este puente de la Constitución y la Inmaculada pasará a la historia por la ausencia de turistas y visitantes debido al cierre perimetral de los municipios fijada hasta el próximo 10 de diciembre.
Por tanto, las pérdidas serán del 100% para un sector del que tanto depende la dinamización económica de la provincia de Córdoba.