Será el día 8 de agosto a partir de las 12:00 horas del mediodía con el punto de encuentro en la Playa Central, donde habrá un stand informativo
Las puertas del Ayuntamiento de Isla Cristina han servido de escenario para la presentación de la IX Cadena Humana contra la Violencia de Género, una iniciativa convocada por el Consistorio, que nació en 2015 de la idea de un isleño, Sergio Cárdenas, a la que se han ido sumando Instituciones, entidades, colectivos y asociaciones de diversa índole de la localidad.
Acompañados por representantes de los distintos colectivos y asociaciones de la localidad que se han ido sumando a esta iniciativa, el alcalde isleño, Jenaro Orta y la concejala delegada de Igualdad, Ana Vieira, han dado a conocer cómo transcurrirá este año.
Las autoridades han querido agradecer a todos estos colectivos y asociaciones "su participación no sólo en este acto, sino año tras año acudiendo a la playa y uniendo sus manos junto a las personas que de forma voluntaria van sumarse, contra la violencia machista", y han recalcado que "Isla Cristina es un pueblo solidario y esta es una manera más de mostrar nuestro apoyo a todas las víctimas y una forma más para que cualquier ciudadano pueda aportar su granito de arena a esta lucha contra esta lacra social". A lo que han agregado que esta acción se lleva cabo "gracias a los Fondos del Pacto de estado Contra la Violencia de Género".
Este año la Cadena Humana será el día 8 de agosto, a las 12.00 horas del mediodía, con el punto de encuentro en la Playa Central, donde habrá un stand informativo, aunque en el resto de playas habrá una representación de los distintos colectivos para animar a los bañistas a que se sumen y durante un minutos unan sus manos contra la violencia machista.
Desde el Ayuntamiento se ha hecho un llamamiento a la sociedad isleña y a todas las personas que nos visitan durante las vacaciones a la participación en esta IX cadena Humana para con ello, se arrope a todas las víctimas con el simple gesto de unir las manos durante un minuto y que los agresores sientan y comprueben que estas víctimas no están solas.