El Granada y el Sevilla han empatado (1-1) en Los Cármenes en un duelo correspondiente a la segunda jornada de la Liga BBVA, donde los locales se adelantaron en el marcador gracias a un penalti que supuso la expulsión de Diego López, pero, tras el posterior empate de Negredo también en la primera parte, el Granada chocó con un Sevilla bien cerrado atrás.
La primera mitad del derbi andaluz fue extraña. Las ocasiones fueron para los granadinos pero la falta de pegada dejó con vida a un Sevilla que empató el partido en su único acercamiento serio al área rival en todo el periodo. Antes, el Granada tuvo peligrosos acercamientos, pero un Floro Flores con la mirilla desviada no supo anotar.
Así las cosas, en uno de los acercamientos locales al área sevillista, el propio Flores fue derribado por Diego López en el área. El portero fue expulsado y Siqueira falló el penalti o lo paró Palop. Sin embargo, el rechazo llegó a Mikel Rico que no perdonó para hacer el 1-0. En una jugada aislada el partido quedaba roto y el Sevilla con uno menos.
Tras dos nuevos indultos de los atacantes locales, Negredo aprovechó la única que tuvo para empatar el partido de cabeza tras un centro medido de Trochowski, al filo del descanso.
En la reanudación, Míchel retrasó a los suyos y esperó las opciones de contra aunque sin perder de vista su propia portería. El duelo perdió intensidad y el Granada comenzó a estrellarse con la defensa sevillista, bien plantada en Los Cármenes. Por su parte, el vallecano en punta del Sevilla era un islote en búsqueda del milagro.
El Sevilla no perdió la posición y el Granada comenzó a desquiciarse sin encontrar el tanto de la victoria aunque estuvo cerca con dos ocasiones de Machís y un larguerazo de Flores en el último instante. Finalmente, los puntos se repartieron para alegría de los de Míchel.