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El Málaga amarra la cuarta plaza y deja al Sevilla mirando a la cola

El equipo visitante, que fue superado en la primera mitad por el local, tuvo la virtud de mantener el empate a cero al descanso y en la segunda parte, en un par de zarpazos, llevarse el partido

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El Málaga, con su victoria en el Sánchez Pizjuán por 0-2, amarra la cuarta plaza de la clasificación y sus objetivos europeos y a la vez deja al Sevilla muy tocado, con la afición enfadada y mirando ya más a la cola de la tabla que a la parte alta.

El equipo visitante, que fue superado en la primera mitad por el local, tuvo la virtud de mantener el empate a cero al descanso y en la segunda parte, en un par de zarpazos, llevarse el partido ante un rival que otra vez volvió a sufrir la expulsión de un jugador, en esta ocasión la del central Federico Fazio.

Fue un partido en el que ninguno de los equipos quiso especular con el resultado, pues el local necesitaba los tres puntos para no verse aún más descolgado de la zona alta e incluso acercarse peligrosamente a la baja y el visitante para asegurar la cuarta posición que da derecho a disputar otra vez la Liga de Campeones.

El conjunto malagueño, que se presentó en el Ramón Sánchez Pizjuán con una racha de tres meses y medio sin ganar fuera de La Rosaleda en la Liga, desde que lo hiciera en Zaragoza el pasado 1 de septiembre, no tuvo ningún reparo en irse hacia la portería que defendió Diego López cuando tuvo la oportunidad, pero eso propició que el Sevilla encontrara desde pronto espacios para crear peligro.

Álvaro Negredo, a los tres minutos, estrelló el balón en un poste después de rebasar al portero argentino Willy Caballero y esa fue la primera de una sucesión de acercamientos de los de José Miguel González 'Míchel', que antes de que se cumpliera el cuarto de hora de juego pudo otra vez marcar en un remate de Jesús Navas con el meta desplazado pero que rechazó un defensor.

La rapidez y las ganas de los locales obligaron a la formación que entrena el chileno Manuel Pellegrini a replegarse y a perder la posición en el centro del campo, en el que el francés Geoffrey Kondogbia mostró mucha autoridad para darle la posesión al Sevilla.

Se mantuvo el dominio del conjunto hispalense según se acercó el descanso pero sin que se tradujera en gol, lo que le dio alguna oportunidad a Málaga para montar contragolpes con la rapidez de Joaquín Sánchez y sacudirse así la superioridad del rival en algunos momentos e irse además a los vestuarios con un abierto empate a cero.

Salió el Málaga en la segunda parte dispuesto a que el Sevilla no le comiera el terreno como en la primera y además, a los cuatro minutos de la reanudación, el central argentino Martín Demichelis acertó con un buen cabezazo a la salida de un córner y ante en la pasividad en la salida de Diego López para poner el 0-1.

Los locales tuvieron que remar contracorriente e intentaron equilibrar la contienda pronto, y así a los pocos minutos de marcar el Málaga reclamaron un penalti por derribo al croata Iván Rakitic de Ignacio Camacho que el árbitro no consideró.

El Málaga, por su parte, ahora se replegó con orden ante las acometidas deslavazadas del adversario y con la intención de sorprender a un Sevilla con las líneas adelantadas.

En una de éstas, Joaquín se fue de Fazio y éste le derribó dentro del área, lo que motivó el penalti y la expulsión del central argentino.

El portugués Eliseu Pereira transformó el penalti, puso el 0-2 a los setenta minutos y además el Málaga jugó en superioridad numérica desde entonces, lo que dejó el partido sentenciado en un estadio con los seguidores sevillistas ya muy enfados con el consejo de administración por la trayectoria de su equipo.

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