El tiempo en: Vejer
Publicidad Ai

Deportes

Márquez, campeón en precocidad y simpatía

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai

El español Márc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) se ha convertido en el campeón más joven de la historia del motociclismo mundial en la categoría reina y además en simpatía, igualándose a todo un mito de este deporte como el italiano Valentino Rossi, al que en numerosas ocasiones durante el año ha ensombrecido con su innata forma de comunicarse con la afición.

Márquez ha roto todos los récords previamente establecidos al conseguir proclamarse campeón del mundo en el año de su debut en MotoGP y lo ha hecho "metiéndose en el bolsillo" a una afición que se ha entregado a su peculiar manera de pilotar, rozando con el codo casi en todas las curvas.

El piloto de Repsol no ha estado exento de polémica en algunos grandes premios por su agresividad sobre la moto y su ambición de no dar ninguna carrera por perdida pero impasible al desaliento ha sabido "aparcar" todas las polémicas para centrarse en su gran objetivo, ser campeón del mundo de MotoGP, algo en lo que no pensaba al principio de la temporada pero que acabó viendo al alcance de su mano con el paso de las carreras.

Y eso que Márquez subió desde Moto2 tras conseguir el título en el segundo año, aunque ya pudo haberlo logrado en su primera temporada en la categoría, tras proclamarse campeón del mundo de 125 c.c. en 2010, y a pesar de que el objetivo principal era completar un buen año mientras sumaba experiencia a lomos de su Suter.

Aún así, su precocidad le permitió firmar un año 2011 repleto de éxitos, en el que, consiguió el subcampeonato del Mundo, se proclamó debutante del año y consiguió el premio "Metraux" al mejor piloto, elegido por sus compañeros de Moto2.

Sólo una caída en los entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia -penúltima prueba del Campeonato- impidió que el piloto pudiera disputar las dos últimas pruebas del calendario y luchar por el título de Moto2 en su primer año.

Márquez completó una temporada extraordinaria en la que su adaptación resultó meteórica y que hicieron posible un debut inimaginable ya que de los quince grandes premios que disputó, finalizó en el podio en once ocasiones, de las cuales siete fueron en forma de victorias, además de lograr siete mejores clasificaciones de entrenamientos en las quince sesiones cronometradas que disputó y en diez ocasiones finalizó en la primera fila de la formación de salida.

Los momentos álgidos de su temporada estuvieron, precisamente, en la remontada que protagonizó en Australia, cuando fue penalizado y tuvo que salir desde la última plaza para recuperar 35 posiciones y ocupar el tercer peldaño del podio o los 82 puntos que recuperó a partir de Holanda frente al alemán Stefan Bradl.

En su segundo año en Moto2, los problemas de visión surgidos como consecuencia de ese accidente truncaron su pretemporada, pero eso no amilanó al piloto, quien consiguió la victoria en el primer gran premio del año, en Catar, dejando entrever sus aspiraciones para la temporada.

Con dos victorias en los primeros tres grandes premios, Márquez empezó el curso con fuerza, hasta que una caída en Le Mans le hizo perder un liderato que recuperaría en Silverstone.

Desde Gran Bretaña, Marc Márquez dominó la clasificación general, imponiéndose en Assen y Sachsenring y consiguiendo seis victorias en ocho carreras.

Tras el parón estival, en el que Márquez pudo realizar la pretemporada que no había hecho antes su rendimiento fue espectacular, con cuatro victorias, en Indianápolis, Brno, Misano y Motegi, y un segundo puesto en Aragón.

Y, poco después, nuevo hito deportivo del campeón más joven de la historia de Moto2, que en Japón, tras quedarse clavado en la salida y afrontar la primera curva desde la vigésimo novena posición, logró nada menos que la victoria.

En Moto2 y en Phillip Island, Márquez sólo necesitaba dos puntos para conseguir el título de 2012 y al fin pudo proclamarse campeón del mundo merced a la tercera posición con la que pudo celebrar su título desde el podio.

Ahora, como entonces, Marc Márquez llegó a Phillip Island con opciones de proclamarse campeón del mundo, si bien en esta ocasión necesitaba siete puntos más que su compatriota Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1).

Si los números del piloto de Repsol parecían insuperables ya la temporada pasada él mismo se ha encargado de dejarlos pequeños a las primeras de cambio pues en el año de su debut en MotoGP fue capaz de subirse al podio en la primera carrera del año, en Catar, en donde ya mantuvo su primer mano a mano nada menos que con Valentino Rossi, que le derrotó, pero lo mejor estaba por llegar.

En el segundo gran premio de la temporada, en el nuevo circuito estadounidense de Austin, en el que realizó unos espectaculares entrenamientos de pretemporada, Marc Márquez "arrasó" literalmente a sus rivales y logró su primera victoria de la temporada y no la última, pues desde el principio del año y salvo en el circuito italiano de Mugello, nunca se ha bajado del podio.

En Italia vivió uno de los episodios más dramáticos de la temporada, aunque no el único de cierta gravedad por sus lesiones, al rodar por los suelos en la larga recta de Mugello a más de 280 km/h. después de perder el control de su moto a unos 340 km/h.

Su espectacular caída se saldó sin apenas lesiones de consideración, pero durante la temporada Marc Márquez se ha sabido sobreponer a una luxación de clavícula y a pequeñas fracturas tanto en sus manos como en sus pies para acabar logrando su objetivo: proclamarse campeón del mundo de MotoGP en su primer año, algo que hasta ahora sólo había conseguido el estadounidense Kenny Roberts.

El "Pequeño Genio", como muchos le llaman ya en el campeonato del mundo, ha batido durante 2013 prácticamente todos los récords de precocidad y nadie duda de que a todos ellos se le irán uniendo, con el paso de los años, muchos más, pues no nos olvidemos de que Márquez ha logrado el título mundial con 20 años y 266 días. Sobran más comentarios.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN