Nadie podía imaginar que nada perturbase el ambiente que reina en la concentración de la selección española. Nadie esperaba un incendio repentino. Lo provocó unas declaraciones de Pedro Rodríguez en la víspera del duelo ante Croacia. Vicente del Bosque y el resto de la plantilla lo aplacaron.
Todo eran noticias positivas alrededor de la selección española. Se acababan los debates, silenciado al fin el de la portería y hasta el de la falta de gol en las últimas grandes citas con el contundente triunfo ante Turquía más la irrupción de Álvaro Morata como el nueve deseado. La presencia de las familias de los jugadores aumentaban el clima de armonía de los dos últimos días.
Era la hora de retomar el pulso a lo deportivo, con Del Bosque centrado en que no calase en la concentración el clima de euforia desatado alrededor de la Roja. La importancia de acabar líder de grupo para evitar a Italia marcaba en el estudio del rival. De nuevo Croacia, con el recuerdo del susto de la última Eurocopa en el mismo partido, el tercero de grupo, y una parada salvadora de Iker Casillas para evitar el descalabro cuando se sentía el pase en el bolsillo.
Pedro se saltó una norma de vestuario, por más que fuese respaldado posteriormente. Lo personal se impuso al colectivo y lanzó un mensaje en el que primó lo individual. Esperaba más protagonismo pero Nolito le ganó el pulso. Instalado en un segundo plano, con tan sólo 11 minutos entre los ocho finales y los tres de descuento ante la República Checa, se planteó su presente y futuro como internacional. "Tenía otra expectativa cuando llegué. Si no veo continuidad tampoco merece la pena seguir viniendo para hacer grupo", dijo en Movistar +.
Sus frases corrieron como la pólvora. El incendio estaba montado. Pedro tuvo que reunirse con Del Bosque para dar explicaciones nada más llegar a Burdeos y siguió con sus compañeros. "Le ha traicionado el subconsciente. Me ha dicho que no se ha querido meter con nadie, solo mostrar un sentimiento de rabia y desazón porque no juega. Es inevitable que eso pueda ocurrir. No podemos ser duros", dijo el técnico con su habitual mano izquierda. El castigo está descartado.
Para justificar a Pedro uno de los compañeros de la selección que mejor le conocen, Gerard Piqué, buscó enemigos donde no los hay y señaló a la prensa. Siempre será la culpa del mensajero.
"Los medios debéis de estar aburridos. Cogéis la frase y hacéis una noticia que parece la rehostia de algo normal en un jugador que quiere jugar más. Sus espectativas eran jugar más y es lo que transmite. La selección es una familia y lo seguirá siendo", manifestó.
Pedro tenía opciones de ser uno de los retoques de Del Bosque al equipo titular para medirse a Croacia. Arropado por todos, pero la realidad le aleja de la titularidad de nuevo. Cerca tiene a un jugador que está dando ejemplo. Una leyenda que tras dar paso a David De Gea en la portería sigue ejerciendo de capitán de puertas para dentro. Es Iker Casillas y no ha abierto la boca para una queja. Todos elogian su comportamiento y los consejos que da desde su nuevo rol.