Pedro González ‘Pedri’ (Tegueste, Santa Cruz de Tenerife, 2002) quema etapas a la velocidad con la que deja atrás a rivales con la UD Las Palmas. Con poco más de 17 años -un mes más joven que Ansu Fati- es un fijo en las alineaciones de Pepe Mel, ya ha sido convocado por la Sub-19 y cuenta, incluso, con su propio jugador en el FIFA 20. Cedido por el Barcelona en el conjunto grancanario, en principio por dos temporadas, Pedri supera con nota la prueba de fuego de la exigente Liga SmartBank, mientras se asienta como una de las promesas más ilusionantes del fútbol español.
Con el ‘28’ a la espalda, Pedri es un ‘8’ que quiere emular a Andrés Iniesta -"mi ídolo hasta que me muera"-, que agradece todos los consejos que recibió de Jonathan Viera y vive con naturalidad todo lo que le sucede en un año mágico.
"Fijaos en este chico, porque es millonario y no lo sabe". La confidencia de Pepe Mel en pretemporada lleva camino de cumplirse. Por eso, horas antes de incorporarse a la selección de Santi Denia, Pedri repasó en la sede de la Agencia EFE su fulgurante trayectoria.
- Pregunta: Pepe Mel dijo en una rueda de prensa, cuando apostó por usted con tan solo 16 años, que iba a marcar una época en el fútbol español y que sería indiscutible en el equipo. ¿Cómo vivió ese momento?
- Respuesta: Te gusta que te digan eso, pero hay que llevarlo con cabeza, como ha sido siempre. A seguir disfrutando del fútbol que es lo que me gusta, no lo veo como un trabajo, es mi vida. Nos exige mucho a todos, es un buen entrenador que intenta sacar lo mejor de nosotros. Le debo mucho a él porque él fue el que apostó por mí y no fue nada fácil.
- P: Usted ha salido de unas categorías inferiores que históricamente han dado muy buenos jugadores al fútbol español, ¿cómo valora la apuesta por la cantera de Las Palmas?
- R: Lo bueno que tiene la Casa Amarilla, que no lo tienen las demás residencias, es que es como una familia. Somos 20 niños con la misma situación, lejos de casa, y nos llevamos como una familia. Creo que eso es lo mejor que tiene.
- P: Otra de las figuras claves para usted en Las Palmas ha sido Jonathan Viera, ¿cuál ha sido el mejor consejo que le ha dado?
- R: Me dijo que me divirtiera con el balón y que haga lo que yo sé. El consejo ese es muy bueno, porque si a un niño le dices que haga lo que le gusta, que se divierta, creo que lo va a hacer mejor siempre. Jonathan ha sido como mi padre futbolístico; con él tengo un buen amigo, me ha ayudado mucho. Espero jugar algún día con él de nuevo y divertirnos como lo hacíamos.
- P: Usted es un jugador que apenas descansa. Si no juega con Las Palmas lo hace con la selección. ¿Ha notado algún cambio o desgaste en su cuerpo?
- R: He notado un cambio en mi cuerpo porque últimamente estoy yendo al gimnasio a prepararme porque hay mucha carga de partidos; personalmente me gusta porque cuantos más partidos juegue mejor, pero es verdad que uno lo nota.
- P: ¿Cómo lleva que algunos futbolistas intenten pararle aprovechando su superioridad física e incluso con faltas?
- R: La llevo bien, porque en el fútbol más que el físico es más importante la cabeza, y si piensas un segundo antes que el otro no te va a robar el balón. Claro que tengo que trabajar el físico, pero creo que lo importante es la cabeza.
- P: En el futuro tiene el Barcelona en el horizonte. ¿Cree que la filosofía del club le ayudará a aclimatarse mejor al ‘estilo Barça’?
- R: Sí, yo creo que sí. Tengo ese ADN Barça. Me queda mucho por aprender de ese juego, Las Palmas juega un juego parecido, salvando las distancias, y creo que algún día podré entrar en ese juego y hacerlo con normalidad.
- P: ¿Piensa ya en cómo será jugar con el Barcelona?
- R: Tengo que centrarme en jugar en Las Palmas y hacerlo lo mejor posible, lo que tenga que llegar llegará.
- P: ¿Y se imagina jugando con Messi?
- R: La verdad es que no sé qué va a pasar, me dará algo en el vestuario. Habrá que llevarlo con naturalidad como siempre. Ha sido el mejor jugador que he visto en mi vida, que no ha sido muy larga (ríe), pero es un jugador que marca la diferencia en todos los partidos. Sobre Messi ya se ha dicho todo.
- P: Cuéntenos cómo se enteró de que le quería fichar el Barcelona
- R: Llegó de sopetón. Cuando me lo dijeron mis padres no me lo creía; siempre fue mi sueño. Cuando a un niño le das su sueño no se lo cree, no sabe qué hacer.
- P: Un fichaje que hace unos años pudo darse por el eterno rival, por el Real Madrid, a pesar de que a su familia la llaman ‘los catalanes’ en su pueblo, por la peña del Barcelona que fundaron. ¿Cómo fueron esas pruebas que hizo?
- R: Antes de entrar en Las Palmas vine a probar al Real Madrid con la ilusión de un niño y el primer día me la quitaron porque estaba nevando y hacía mucho frío. El segundo día estaban quitando la nieve y no pude entrenar, así que entrené tres días y tuve la mala, o buena, suerte de que no me cogieran porque ahora estoy en el equipo que siempre he querido.
- P: Además de Messi llegará a un equipo en el que ha jugado uno de sus ídolos y al que muchos le comparan como es Andrés Iniesta.
- R: Las ganas son mías de parecerme a él; siempre he dicho que es mi ídolo y lo seguirá siendo hasta que me muera. Ojalá pueda hacer algo de lo que hizo él.
- P: Tiene una anécdota graciosa respecto a Iniesta con su padre, ¿no?
- R: Sí (ríe). De chiquitito llegué a mi casa y decía que me quería pelar como Iniesta, pero mi padre me dijo que él no se pelaba así, que era su pelo, entonces dije que no hacía falta.
- P: Ahora está en Madrid porque este lunes se incorpora a la selección española Sub-19 por primera vez tras participar en otras categorías inferiores. Volverá a ser el más pequeño del equipo. ¿Cómo lo afronta?
- R: Son compañeros nuevos; supongo que tendré la misma buena relación que con los de la Sub-17 y a intentar que me cojan para el Europeo.
- P: Se incorpora para una Ronda Élite en la que, de su grupo, formado por Bélgica, Bulgaria y Macedonia del Norte, sólo se clasifica uno para el Europeo de este verano. ¿Cuál es la clave para lograrlo?
- R: Siempre lo he dicho, mejor centrarte en ti que en el rival. Ver lo que podemos mejorar y hacerlo lo mejor posible. Trabajar juntos, como un equipo en vez de como una selección.