Está claro que ya ha arrancado la maquinaria de cara a los preparativos para el Carnaval 2017. Si estos días se han conocido las nuevas reglas que regirán la organización del certamen, la fecha de inscripción para las agrupaciones ( del 25 de noviembre al 9 de diciembre) y las condiciones para la misma e incluso la fecha del sorteo para el orden de actuación de la fase preliminar, ahora toca empezar a hilar muy fino para atar el resto de elementos que darán forma a la fiesta del Dios Momo. Una de esas decisiones claves es la elección del pregonero. Y parece que el Equipo de Gobierno ya empieza a mover ficha, y lo hace, en sus primeros movimientos, siguiendo esa ley no escrita en el Carnaval, pero vigente, de alternar el nombramiento de un carnavalero de prestigio con la elección de un personaje reconocido a nivel nacional y con pasión por esta tierra. El pasado año, la corporación municipal aposto por el showman, Pablo Carbonell, una idea más criticada que alabada, sobre todo después de terminar su Pregón.
Pues bien, este miércoles se ha conocido por redes sociales que la recién nombrada concejala de Fiestas, María Romay, ha levantado estos días el teléfono en busca de candidato para tan noble misión. Y una de sus primeras opciones ha sido proponérselo a unos rebeldes de la fiesta, que encajan perfectamente en ese sello que defenderá este año el Concurso en cuanto a su dedicación a los 80 de la prohibición de las fiestas de Carnaval por parte de la dictadura franquista y al 40 aniversario de la vuelta de la denominación de Carnaval. Y es que los hermanos Rosado (Emilio y Paco) y José Manuel Gómez 'El Gómez' son los autores de una de las agrupaciones más legendarias del Concurso y que marcó un antes y un después en la concepción de la modalidad de la chirigota. Son los padres de 'Los Cruzados Mágicos' (1982), una puesta que alcanzó el oro en el Concurso y que rompió el estilo hasta entonces marcado.
No obstante, la respuesta de los autores al Equipo de Gobierno para tal jugoso y merecido encargo ha sido negativa. Los argumentos que han defendido en redes sociales a través de la pluma de Paco Rosado es que cuando empezaron en esto del Carnaval nunca pensaron en los galardones, ya que "conllevan un compromiso y temo no responder". Así, Rosado explica que " si el Pregón tiene utilidad para atraer gente, no debe ser pregonero alguien como yo que, de San Fernando para allá, no lo conozca nadie; debe ser alguien con predicamento de sobra y, además, que haga un pregón abierto y no sólo para hablar de él como ha ocurrido. Y si el Pregón no tiene esa utilidad porque ya en Cádiz no se cabe, se suprime y que ese dinero sirva para traer otros espectáculos para los gaditanos que no disfrutan con las agrupaciones, que son muchos; o para repartírselo entre los que se quieren ir de camping, que también los hay", y añade "sé que una cosa tan banal como lo que hizo Jesulín de Ubrique, yo no lo haría; pero tampoco algo tan exquisito como lo que hizo Carlos Edmundo de Ory; Y como creo que Cádiz se merece algo mejor que yo, no se me ocurriría meterme en eso: la Naturaleza no me dotó de esa osadía. Y para quedar hecho un mamarracho, que nunca me lo perdonaría, no me meto", concluye el autor.
Así, el Carnaval de 2017 sigue huérfano de pregonero o pregonera , pero todo hace indicar que no por mucho tiempo. Ahora el Equipo de Gobierno tiene el reto de acertar de nuevo en sus siguientes opciones. Todo con el objetivo de que el gaditano amante de la fiesta y el aficionado foráneo disfruten de la mejor gala de pistoletazo de salida a la fiesta por antonomasia gaditana.