Estridente presentación de la comparsa, que pone sobre las tablas a un jurado sordo y ciego -pero no mudo- que juzgará al Carnaval como delincuente. Mejora la afinación en los pasodobles. Buscan la inspiración en la primera letra paseando de un barrio a otro de la ciudad para encontrarla finalmente en su hija.
En la segunda critican la elección del pregonero y proponen como tal al autor Joaquín Quiñones. Pasodoble pausado en música que se hace un poco largo. Finalizó con un popurrí lleno de resentimiento.