La comparsa de Algeciras, encargada de cerrar la sesión, se presentó sobre las tablas del Gran Teatro Falla como un grupo de osos que despiertan por febrero para cantarle a Cádiz por carnavales.
El primer pasdoble lo dedicaron al maltrato, avisando de que ellos, a pesar de ser osos, sienten un amor “mucho más puro” que “tú, una criatura sucia, cobarde y rastrera”. La segunda letra fue dedicada al drama de la inmigración y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que ayudan a quienes llegan en patera a nuestro país.
Los cuplés, para la intolerancia a la lactosa y para el propio tipo de la agrupación. El popurrí logró mantener el nivel para acabar firmando una aceptable actuación en su estreno.