A las 18.30 horas del Viernes de Dolores se abrían las puertas de San Francisco para escribir una página más del libro de la Semana Santa portuense; por primera vez los hermanos que acompañaban a la Virgen de los Dolores revestían con el hábito, compuesto por sotana negra, bajo una camisa blanca con gemelos y fajín en color negro, cubriéndose el rostro con un velillo, sin capirote, color burdeos. Eran un centenar de hermanos los que acompañaron a su titular hasta la Basílica de los Milagros, donde el cortejo entró por primera vez, con motivo del Año de la Misericordia. Los sones musicales tras el paso los puso la Banda del Nazareno de San Fernando.
Y a las 19.00 horas, desde el colegio de La Salle, realizaba su salida la Agrupación Parroquial del Prendimiento que recorrió las calles del barrio de la Vid, acompañada por los sones de la Banda de CC.y TT. Santa Ana de Olvera. En el cortejo se pudo ver el nuevo juego de ciriales, donado por un grupo de hermanos. El Señor del Prendimiento lució sobre un calvario realizado con lentisco y flores silvestres.
Sobre las 9 de la noche salía a las calles también el Cristo del Perdón, desde la Basílica Menor, para realizar las estaciones de su tradicional Vía Crucis. Durante las estaciones, se visita a distintos enfermos en las puertas de sus casas.