La semana ha sido prodiga en noticias que abren expectativas halagüeñas para el futuro. Bill Gatespresentó su inodoro sin agua, posiblemente uno de los inventos más revolucionario de este siglo. Supondrá un gran avance para la población humana más desfavorecida. Dos mil niños mueren al día por cólerao diarrea debido a la falta de agua potable. Además les proveerá del necesitado abono para sus cultivos. Pero el invento también repercutirá en otro modo de planificar nuestras ciudades y viviendas. Los costes de saneamientos de nuestras aguas cada vez más elevados, con el correspondiente desperdicio cada vez que tiramos de la cadena. Aguas negras que algunas ciudades ya aprovechan como combustible de sus autobuses. Esto da pie a la segunda gran noticia semanal, España se suma a la de otros países avanzados para que en el plazo de treinta años su parque móvil se provea solo de energías renovables. Este proyecto supondrá tener menos dependencia de los países productores de petróleo, casi todos ellos puntos calientes de guerras o con tanto poder que son capaces de chantajear las más consolidadas democracias. Resulta inaudito que los fabricantes de coches se sientan desconcertados, parece sufrir amnesia de que la mayoría de vehículos que venden, se diseñan o se fabrican en esos mismos países en los que las cuotas de coches eléctricos empiezan a ser mayoritarias. Sorprende que sea China donde se fabrican, tienen más marcas y ruedan más coches eléctricos. El gran gigante amenaza con invadirnos una vez más con sus productos a bajo coste mientras seguimos discutiendo. Y aquí viene la tercera buena noticia, la mejora de la situación para nuestros autónomos, en especial de ese gran potencial de emprendedores que tanto tienen que aportar a este cambio social al que nos conduce el cambio global. Hace una década tuvimos un sueño gracias a unos emprendedores, estuvimos a punto de ser la primera ciudad del mundo en disponer de metrolineras, puntos de carga de energía para coches eléctricos aprovechando la energía de retorno del frenado de los trenes ante de las estaciones. Soñamos con disponer en cada estación del metro con puntos en donde mientras te desplazabas en el colectivo se recargaba tu coche. El cambio para el cambio es el momento para los emprendedores.