El pasado 23 de marzo la Policía Nacional detenía a 8 miembros de IM Academy por estafar a miles de jóvenes con la promesa de hacerse millonarios con las criptomonedas. Sin embargo, a pesar de las detenciones, la conocida 'criptosecta' sigue operando con total normalidad, habiendo ya denuncias de más de 450 familias.

Lucía, una madre desesperada, ha iniciado una recogida de firmas en Change.org con la esperanza de acabar con la secta que ha lavado el cerebro a su hijo Luis, de 16 años. (En el momento de redactar esta noticia, la petición cuenta con más de 27.000 firmas, esperando llegar a 35.000).

"Lo captaron en un parque público y a partir de ahí comenzó su rápida transformación. El día que su padre y yo nos negamos a seguirle pagando la suscripción mensual a IM Academy llenó de ropa una mochila y se fue de casa", explica.

Como Luis, miles de jóvenes se han unido ya a esta 'escuela online' que promete a los jóvenes hacerse millonarios. Unos cursos que cuestan 150 euros al mes previa matrícula de 200 euros pero que, además, se convierten en una estafa piramidal: si cada alumno capta a dos nuevos usuarios, la formación sale gratis; a partir de tres empiezan a ganar dinero.

Pero más que aprender a operar con las criptomonedas, la academia les enseña 'habilidades dialécticas' para captar nuevos socios, una verborrea que también utilizan para contestar cada argumento o crítica de sus progenitores. Los jóvenes no ven más allá de las promesas de IM Academy: "Te vas a hacer rico", "Vas a tener libertad", "Tus padres no lo entienden"...

Según la nota policial de la detención: "La presión sobre los jóvenes para que abandonaran sus estudios e incluso cortaran sus relaciones familiares y que así pudieran volcarse en la actividad de la organización, rozaba determinadas técnicas de presión propias de las secta".

Por si fuera poco, a pesar de las denuncias y la investigación, IM Academy organizó este mes de febrero un evento multitudinario en Badalona donde reunió a más de 9.000 jóvenes.

¿CÓMO FUNCIONA?

La academia lanza lo que denominan "señales", órdenes de inversión que comparten a través de aplicaciones y grupos de Telegram, instando a los jóvenes a invertir y compartir la operación entre amigos y conocidos. Tanto si sale bien como si sale mal, los cabecillas siempre gana por las comisiones.