Sobre el inicio de la campaña, el presidente de Suragro aseguró que las tareas se iniciarán a principios de noviembre, aunque dependen de la madurez del fruto. La cosecha de aceitunas terminará sobre principios del mes de marzo, teniendo en cuenta las precipitaciones que se registren. «La cosecha se espera muy buena, por la calidad que presenta el fruto», defendió López.
La producción que se prevé obtener dará lugar a alrededor de cinco millones de litros de aceite. Las variedades de aceituna con mayor presencia en la Serranía son marteña y hojiblanca. En la mayoría de los casos se trata de fincas pequeñas de explotación familiar aunque los trabajos generarán un alto número de jornales que López no pudo estimar todavía.
Finalmente, el presidente de Suragro insistió en lo ecológico de los productos utilizados para fumigar los olivos y evitar sus enfermedades, lo que revierte en la calidad del fruto. Se está trabajando para que se empleen aviones y no tractores en la tarea, lo que reduciría el coste de producción del cultivo.