Durante el período de prisión preventiva, que finaliza el 14 de noviembre, Breivik no podrá recibir ni cartas ni visitas, y las primeras cuatro semanas permanecerá en régimen de aislamiento, anunció hoy la jueza Anne Margrethe Lund, que atendió a todas las peticiones de la Policía noruega.
La resolución destacó la importancia de mantener el régimen de aislamiento para que Breivik “no puede intentar influir en el desarrollo de la investigación, destruir pruebas o contactar a eventuales colaboradores”.
Breivik deberá pasar de nuevo por los tribunales el 17 de octubre, cuando se celebrará una nueva vista sobre la prolongación del régimen de aislamiento, que en Noruega sólo se puede renovar de cuatro en cuatro semanas.
La vista de ayer se celebró a puerta cerrada, una vez que un tribunal de apelación revocó la decisión inicial de la corte de Oslo de aceptar la petición del abogado de Breivik de que fuera abierta al público, por miedo a dificultar la investigación sobre el caso.
En su comparecencia ante la jueza, Breivik leyó un texto que había preparado con anterioridad.